Zlatan Ibrahimovic lo ha vuelto a hacer. El jugador sueco de Los Ángeles Galaxy declaró tras una victoria de su equipo que si hubiese llegado diez años antes a la MLS "ahora sería presidente de los Estados Unidos".

No sorprenden unas declaraciones así de un jugador como Ibra, que nos tiene acostumbrados a sus fanfarronadas que ha ido soltando sin pelos en la lengua a lo largo de los años. Un rasgo de su carácter que le ha hecho ganar miles de adeptos y también detractores.

"Una cosa es segura: una Copa del Mundo sin mí no tiene nada de interesante, no hay razón para esperar algo del Mundial", dijo en 2014 cuando Suecia cayó en la repesca para el Mundial de Brasil. Algo que repitió antes de la cita de Rusia 2018 cuando se especulaba con que se quedaría fuera de la lista sueca: "Un Mundial sin mí, no sería un Mundial".

"Sólo Dios sabe quién es el mejor jugador del mundo", respondió a una pregunta de un periodista, quien le volvió a cuestionar: "¿Sería fácil preguntárselo?, y Zlatan, en su línea, no se cortó: "Estás hablando con él ahora".

"Llegué como un rey, me voy como una leyenda", dijo al abandonar el PSG.

Cuando cambió París por Manchester, ilustró esta foto con la siguiente frase: "No seré el Rey de Manchester, seré el Dios de Manchester".

"No necesito ningún trofeo para saber que soy el mejor del mundo".

"¿Qué le regalaste a tu esposa por su cumpleaños", le preguntaron. Respuesta de Zlatan: "Nada, ella ya tiene a Zlatan".

"Me quedaría en el PSG si cambiaran la Torre Eiffel por una estatua mía".

"Soy un Ferrari y me tratas como un Fiat", le dijo a Guardiola.

"Ahora Los Ángeles tiene un Dios y un Rey", dijo cuando LeBron James fichó por los Lakers.

"Si hubiese llegado a la MLS diez años antes, ahora sería presidente de los Estados Unidos".