El Tottenham es uno de los equipos que ya tiene asegurado su pase a la siguiente fase de la Champions League, tras ganar 4-2 al Olympiacos en casa. El conjunto londinense entrenado por José Mourinho le dio al portugués su primera victoria en Europa desde que dejara el Manchester United, pero no fue ni mucho menos una victoria cómoda.

Y es que en el minuto 20, los Spurs iban perdiendo 0-2. El-Arabi, ex del Granada, en el minuto 6 y Semedo, ex del Villarreal, en el 19 pusieron contra las cuerdas al equipo inglés, y a los enemigos de Mourinho relamiéndose de ganas por lo que le podía venir encima.

El gol de Dele Alli al borde del descanso dio un golpe de moral a los londinenses, que se vieron refrendados con una charla de Mou en el vestuario que dio su resultado. Harry Kane puso el empate y desde ese momento empezaron a creer mucho más. 

Ya en la recta final, con 20 minutos por delante y en un lapso de apenas cinco, Aurier primero y de nuevo el capitán del Tottenham pusieron el definitivo 4-2 y evitaron un bochorno no sólo para ellos, vigentes subcampeones de Europa, sino para su nuevo entrenador.