Messi resuelve un gris estreno de Quique Setién con el Barça ante el Granada

Debutó Quique Setién en el Barça con una victoria aunque con escasa brillantez. El Granada fue capaz de aguantar 75 minutos en el Camp Nou y solo cuando los nazaríes se quedaron con diez fueron capaces de marcar los azulgrana. Fue, como no, Leo Messi. La vida sigue igual en el conjunto catalán.

Tiene el conjunto granadino una de las mejores defensas de la Liga y lo demostró en el feudo culé, tejiendo una tela de araña ante la que el nuevo Barça de Setién se estrelló una y otra vez. La mano del técnico cántabro apenas se notó en el once, pues apostó por un equipo similar a los que ponía Valverde con la única novedad de Ansu Fati por el lesionado Suárez y el juego culé tuvo los mismos problemas que con el entrenador anterior.

Empezó con mucha fuerza el Barça y Ansu Fati tuvo dos buenas ocasiones, primero en un disparo que repelió Rui Silva y después en un gran pase de Messi que no llegó a rematar, pero poco a poco se fue diluyendo entre toques intrascendentes y juego monótono.

Los minutos pasaban y el conjunto azulgrana no era capaz de llegar con claridad a la meta nazarí. Solo un remate pegadísimo al palo de Messi al borde del descanso creó peligro real de gol.

La segunda parte empezó como acabó la primera, con un chut de Messi, más lejano esta vez, que se fue por poco, pero el Granada se sentía cómodo. No había llegado ni una vez a la meta de Ter Stegen, pero estaba esperando su ocasión, y llegó. Un contragolpe granadino lo finalizó Eteki con un disparo que se estrelló en el palo y casi entra.

Tras el susto llegó el alivio para el Barça. Una falta sobre Messi de Germán fue castigada con una amarilla y el central que ya tenía otra, tuvo que abandonar el campo entre las protestas visitantes.

Con superioridad numérica y 20 minutos más el descuento por delante, parecía cuestión de tiempo que el gol llegara y lo hizo poco después. Riqui Puig, la gran novedad de Setién entrando en la segunda parte, robó un balón a Antonio Puertas, combinó con Leo Messi, este con Griezmann, y el balón le llegó a Vidal, que cedió de tacón a Messi para que acariciara el balón y lo pusiera al fondo de la red visitante.

Pudo marcar el segundo Messi en un disparo que despejó como pudo Rui Silva, y después el Barça se dedicó a cuidar el balón, a tocarlo, a esperar que acabara el partido para amarrar los tres puntos. Al final, el debut de Setién se produjo justo como él dijo que no quería: con una victoria y con mal juego. Mucho por mejorar para el técnico cántabro, el sábado espera una prueba más exigente en Mestalla.