El Atlético de Madrid sigue sin carburar. La visita del Leganés se presentaba como idónea tras la debacle sufrida en Copa del Rey ante la Cultural Leonesa, pero los del Cholo Simeone siguen sin dar ningún argumento.
El empate sin goles ante un equipo que lucha por no descender, y que todo lo que sea sumar les supone un éxito, da buena muestra de lo que le falta al Atlético: control de balón, gestión de juego en la sala de máquinas y sobre todo goles. Sin acercarse a la portería del 'Pichu' Cuéllar es difícil hacer ocasiones.
La aportación de Joao Félix fue escasa, en un partido en el que las mejores ocasiones fueron del equipo pepinero. No faltó la polémica, cuando se protestó un posible penalti a Vitolo en la recta final del encuentro, y que Mateu Lahoz no pitó con buen criterio ya que el canario se había dejado caer.
Esta acción motivó al conjunto colchonero, que apretó en los últimos diez minutos para intentar la victoria, pero más allá de una falta que se fue por encima del larguero y su consecuente córner, poco o nada dieron los de Simeone.
Los instantes finales de partido quedaron marcados por la expulsión de Cuéllar, a falta de dos minutos para el final, por perder tiempo. Con un Metropolitano convertido en una olla a presión, Jonathan Silva, lateral izquierdo, se puso de portero para defender la igualada, mientras el portero emeritense montaba el show (caída al suelo incluida) para perder aún más.
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