Los límites del ser humano tienen una barrera menos desde esta semana. El nadador Lewis Pugh ha pasado 30 años de su vida entrenándose para lograr un hito histórico y peligroso a la vez: convertirse en el primer nadador que se lanza a las aguas heladas de un lago supraglaciar del Polo Sur.

El objetivo de este nadador es llamar la atención sobre los cambios que están sufriendo las regiones polares debido al calentamiento global, y para ello recorrió unos 300 metros por un río bajo una calota de hielo que se está derritiendo. En total, estuvo ocho minutos nadando a temperaturas gélidas.

"Ha sido la experiencia más preciosa y aterradora de mi vida, y viene con un importante mensaje para todos", ha escrito en twitter, a la vez que asegura que está "a salvo, pero totalmente congelado".