El Milan y el Hellas Verona empataron a un gol, en un partido que no pasaría a la historia de no ser por lo ocurrido en el último minuto del tiempo reglamentario. El entrenador, Stefano Pioli, decidió sustituir al español Samu Castillejo para que los últimos instantes los jugara un joven canterano de 18 años. 

Mediocentro por mediocentro, habría sido un cambio más por perder tiempo que por otra cosa, sino fuese por el apellido que llevaba en la camiseta el recién ingresado en el césped de San Siro: con el número 98, Daniel Maldini.

35 años después que el legendario Paolo Maldini, su padre, y 67 después que su no menos mítico abuelo, Cesare Maldini, este prometedor futbolista jugó sus primeros cuatro minutos en la Serie A italiana.

Lo icónico del momento habla por sí mismo, ya que hablar de los Maldini en Italia son palabras mayores. Las expectativas que hay sobre el joven Daniel son altísimas, si bien tanto su padre como sus entrenadores han pedido paciencia con él para que la presión no le aplaste.

Se une así a otras sagas que han visto tres generaciones de futbolistas, como Marcos Llorente (nieto de Marquitos e hijo de Marcos Alonso Peña).