Fútbol

Estrada Fernández: "No tengo ningún problema en reconocer que he llorado"

Xavier Estrada Fernández (Lleida, 1976) es uno de los árbitros más reputados el fútbol español, como quedó probado cuando el Comité Técnico de Árbitros le reconoció como el mejor colegiado de España, entregándole el trofeo Vicente Acebedo por sus buenas actuaciones de la pasada temporada.

Eso sí, vive momentos complicados, como todo el fútbol nacional, por culpa de la pandemia del coronavirus y repasa con 20minutos y Sportyou sus impresiones tras más de un mes de confinamiento.

¿Cómo está la familia?

Pues bien. La familia más cercana estamos todos bien. Tengo algunos amigos que han perdido a familiares y lo más duro está siendo que se marchan y no se les puede despedir. Eso es durísimo. Es una situación para lo que no estábamos preparados. Las personas necesitamos el contacto con otras personas y en estos momentos lo que apreciamos es la vida y cuando perdemos a alguien no poder abrazarte a los familiares y llorar juntos… de pensarlo se me pone la piel de gallina. 

¿Se está haciendo difícil?

Mira, uno de los peores enemigos de la humanidad es la incertidumbre. No saber lo que pasará mañana hace que le demos vueltas a la cabeza. La ‘nueva normalidad’ será totalmente distinta a lo que entendíamos por normal. Yo necesito el contacto y no sé cómo será a partir de ahora… Nada será igual porque estamos viviendo algo que no imaginábamos que fuera posible.

¿Por ejemplo?

Pues mira, mi abuela que tiene 95 años y está sola en una residencia, está bien, pero con todo lo que ha vivido, guerra, posguerra, se le ha muerto el marido, ha perdido a dos hijos… En su recta final sólo le faltaba pasar por un confinamiento. Ojalá pase todo y podamos volver a abrazarnos porque si encima no se puede despedir de sus seres queridos... Espero que todo esto nos haga remover conciencias y nos haga ver los motivos por los que hemos llegado a donde hemos llegado.

"Ahora es muy fácil hablar del coronavirus, es como con las jugadas dudosas"

¿Hay culpables claros?

Hemos llegado a este punto por muchos errores, entiendo, o por mucho egocentrismo. Tenemos que hacer una reflexión social e individual y no hablo sólo de políticos. No debe de ser fácil lidiar con algo tan novedoso como el COVID-19, que nos ha cogido en fuera de juego y es más un tema de expertos que de políticos. Son ellos los que saben de epidemias y de salud, los que nos pueden dar la llave para salir. Este no es un tema político ni de banderas. Es un asunto de solidaridad, de arrimar todos el hombro. Hay que dejar el ego a un lado y sumar entre todos. Parece mentira que el ser humano sea capaz de lo mejor y de lo peor y ahora todos tenemos que remar en busca del mismo objetivo. Es un asunto global porque estamos dejando a mucha gente por el camino y hay que actuar desde el minuto uno.

¿Sus niños estarán emocionados porque van a salir a la calle?

Aquí tenemos dos tipos de héroes. Primero, todos los que están en la primera línea de combate batallando y jugándose la vida por nosotros y los segundos, los pequeños héroes que son los niños. No es fácil estar a su edad encerrados 24 horas entre cuatro paredes y me han sorprendido gratamente.

¿Qué ha aprendido usted durante el confinamiento?

La sencillez y los momentos que nos llenan de verdad. A partir de ahora valoraremos mucho lo que tenemos y nos replantearemos muchas cosas, porque si todo va a cambiar de una manera inimaginable para mí… imagínese para nuestros hijos. De ahora en adelante la globalidad será muy importante y, aunque cada país lleve su historia, esto marcará al mundo entero.

¿Se asoma al balcón para aplaudir y cantar el Resistiré?

Sí, sí. Somos una comunidad de unos 50 vecinos y todos salimos y aplaudimos y cantamos el ‘Resistiré’. Todos acudimos a la cita. No le ponemos cara a nadie pero sabemos que tenemos que estar juntos… ojalá que esto no se olvide y lo tengamos presente el día de mañana.

"No estábamos preparados para lo que se nos venía encima"

¿Ha llorado por pena o por emoción durante éstos días?

Sí. En los momentos en los que estamos solos mi mujer y yo, le pregunté si lloraba, me dijo que sí y que había estado triste en algunos momentos... y la verdad es que es una situación bonita, porque te emocionas al ver que tienes a gente cercana que le pasa lo mismo que a ti. No tengo ningún problema en reconocer que he llorado y que voy en contra de aquello que te decían que los tíos no lloran. Hay que llorar cuando toca y reír cuando te toca también, porque esto te hace mucho más humano.

¿Qué es lo que más le ha conmovido… en positivo?

La importancia del amor por las personas que quieres y el amor por aquellas que sin ponerle cara quieres que sigan viviendo.

¿Qué es lo que más echa de menos?

Bueno, sinceramente, poder tomarme un café en una terraza y, aunque yo soy de tierra adentro, ver el mar. Lo necesito y hago escapadas, ahora no, para ver el mar porque me da mucha energía.

Aunque la situación está mejorando, ¿cree que hemos tardado mucho en tomar la decisión de confinarnos y parar LaLiga?

Creo que sí y no sólo para el fútbol. No estábamos preparados para lo que se nos venía encima. Un día antes estábamos con Alejandro Hernández haciendo en Alemania de árbitros de VAR, sustituyendo a dos italianos, y ya vimos la dimensión del coronavirus. No sé, ahora es muy fácil hablar, es como con las jugadas dudosas. Qué fácil es decir si es o no penalti una vez que lo hemos visto en la televisión… y el problema de la pandemia es que no está llegando a cada lugar de la misma manera.

Y el regreso del fútbol… ¿con o sin público?

Esa es una decisión que deberán tomar desde las autoridades sanitarias y deportivas. Entiendo que valorando por encima de todo la salud pero lo que queremos los deportistas es el ambiente del aficionado. Yo he pitados dos partidos sin público y es horrible. Horrible. Se oye todo y no hay la presión del público, que también es necesaria para estar súper concentrado. Es cierto que parece que somos masocas pero el ambiente es necesario porque lo hemos aprendido así y el fútbol y el deporte sin público no parecen tal.

A los jugadores y muchos trabajadores nos bajan el sueldo o nos hacen un ERTE. ¿Y a ustedes?

Los árbitros no somos como los futbolistas, porque si no pitamos no cobramos. Pero en el estamento arbitral tomamos la decisión desde el primer día del confinamiento de que debíamos aportar una parte de nuestro sueldo para ayudar y así lo estamos haciendo. Y no sólo por los enfermos, también por la gente que se está quedando sin trabajo y creo que esa será la siguiente pandemia que vamos a vivir.

¿Pero ustedes entonces no cobran nada desde que están confinados?

Bueno, nosotros tenemos un dinero fijo al mes, excepto los meses de verano. Pero si no pitamos no cobramos esos honorarios extras. Pero desde el Comité y desde la RFEF decidimos que de nuestro sueldo fijo aportamos algo como una acción solidaria al Banco de Alimentos.

"Al coronavirus le enseñaría una tarjeta roja así de grande y en el acta le preguntaría que por qué ha tenido que aparecer"

¿A qué dedica el tiempo durante la cuarentena?

Estoy leyendo mucho de psicología porque estoy preparando la tesis doctoral y me ha venido muy bien, porque la estoy preparando mejor. 'La Inteligencia Reformulada', de Howard Gardner y la 'Psicología de la Emoción', de Berrocal. Todo relacionado con mi otra profesión, ya que soy diplomado en trabajo social, después me licencié en ciencias del trabajo, luego me he graduado en psicología y especializándome en neuropsicología…

Le vendrá bien para el arbitraje, ¿verdad?

Sí, sí. Creo que estudié todo lo de la psicología como consecuencia de ello. Quise entender y que me entendieran en todos los ambientes. Era primordial acercarme a los jugadores o al entrenador y que entendieran mi decisión, sin imponer mi manera de ser. Me apasioné con la psicología.

¿Los jugadores le entienden? ¿Son conscientes de que usted es deportista y profesional como ellos?

Sí. Cualquiera que viva del fútbol de manera profesional saben perfectamente cuál es nuestro rol. De hecho, nos lo dicen después de un partido, que les gusta como llegamos de preparados física y emocionalmente a los partidos, sabiendo muchas cosas de ellos.

Es decir, ¿ustedes se lo preparan más dependiendo del rival?

Sí. No sólo los partidos mediáticos. Cualquier partido sabemos a quiénes arbitramos. No sólo nos preparamos un Madrid-Barça o un Atlético-Barça. Hay mucha más gente que los mediáticos. Al final, te encuentras con 22 jugadores que son personas, igual que tú, que buscan lo mejor para su equipo igual que yo para mi trabajo.

¿Tiene usted fichados a algunos jugadores que simulan más o menos?

Los equipos nos estudian igual que nosotros a los jugadores. Ahora bien, una cosa es estudiarlos y otra hacer prejuicios de ellos. No puedes ir pensando en el jugador que se tira porque sino lo mismo no pitas la falta… Eso sería una grave equivocación.

¿Lee la prensa, escucha la radio o ve la televisión tras sus arbitrajes?

Sí. Yo doy charlas y siempre les digo que contrasten las informaciones porque depende de cada medio así tratan la información y es legítimo y comprensible. Nadie lo verá como tú lo hayas visto. En los cursos les pongo la imagen de alguna jugada y no coinciden. Pues eso sucede con algunos medios que lo ven de una manera y otros de otra.

¿Le afectan mucho las críticas?

Al principio… el fútbol es como la Fórmula 1. Cuando empiezas vas con un kart. Cuando pitas en Segunda B o Segunda A, vas en un Fórmula 3.000 y cuando está en Primera pues un F1 y claro, entonces ‘las hostias’ son monumentales. En regional las crónicas eran de un buen señor que ayudaba al periódico local. En Segunda depende, pero en Primera, según el equipo, vienen tortas buenas. Además, si tu hijo te pregunta por lo que pone en el periódico, que has robado… ¿Pero qué he robado? Explicárselo tiene su faena, pero llega un momento en el que hay que gastar cero energía.

¿El VAR es una faena para ustedes?

No. El VAR es una herramienta formidable. El VAR ha venido para hacer justicia en el fútbol. Ahora no esperamos al día siguiente, lo vemos al instante. Ahora tomamos la decisión adecuada en el momento. Yo intento equivocarme lo menos posible y siempre he dicho que el mejor VAR es el árbitro de campo. Según avancemos en el tiempo mejoraremos con el VAR. Pero no quiero dejar en el aíre que las reglas del fútbol están para que las interprete el árbitro y yo, en 24 años, no he pitado nunca dos manos iguales.

"Debería llegar el día en el que nos sentemos a hablar un entrenador, un jugador y un árbitro"

Oyéndole, ¿no sería mejor que habláramos más veces después de un partido para que nos explicase por qué pitó una u otra cosa?

Sí. Es más, creo que debería llegar el día en el que nos sentemos un entrenador, un jugador y un árbitro. Estamos conviviendo desde diferentes puntos de vista lo que ha pasado. Cuando nos acercamos rompemos esa barrera que nos separa. Es beneficioso para el fútbol, para el deporte y para el arbitraje y creo que no pasa nada porque yo haga público mi punto de vista. Nos hace más humanos, más cercanos y es que debemos ir todos de la mano.

Si pudiera, ¿a quién expulsaría y qué pondría en el acta?

Al coronavirus le enseñaría una tarjeta roja así de grande y en el acta le preguntaría que por qué ha tenido que aparecer y en el peor momento, que nos ha obligado a suspender todo por su culpa.

¿Un mensaje positivo y de ánimo para la sociedad?

Que sirva la experiencia para estar preparado para el futuro, para tomar cartas en el asunto, no ser egoístas y pensar y tratar de trabajar juntos en una misma dirección.

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