F1

Los 5 retos de la Fórmula 1 en la vuelta a la competición

Max Verstappen, durante el GP de Austria de 2019.
Red Bull Content Pool

La Fórmula 1 está empezando a engrasar la maquinaria para volver al trabajo, que en su caso más que una vuelta será un inicio en toda regla tras el abrupto ‘gatillazo’ del GP de Australia. La pandemia ha arrasado con cualquier previsión de ver un campeonato de 22 carreras, por lo que todo lo que sea llegar a las 15 mínimas que se han planteado es todo un logro.

Afrontar un año tan extraño como este no será fácil para nadie, y los retos a superar pondrán a prueba el músculo logístico y organizativo de una competición que siempre ha presumido de mover auténticas ciudades de país en país. Ahora, con muchos menos ocupantes, la carpa del Gran Circo está a punto de desplegarse.

Estos son los cinco frentes que tiene que superar la competición para considerar que han salvado el bache.

Seguridad sanitaria

En palabras de Chase Carey, máximo responsable de Liberty Media en la F1, la seguridad es primordial. El protocolo de actuación de un campeonato que se moverá por toda Europa será puesto a prueba en las primeras ocho carreras (de momento, las únicas anunciadas) a partir de la visita a Austria, que albergará las dos primeras citas.

Sin público en las gradas, algo que quieren ir añadiendo conforme se vaya apagando la llama del coronavirus en todo el mundo, el gran reto será cumplir con las medidas higiénicas y de separación. Un positivo no hará cancelar un GP, han advertido, pero no sería una buena noticia.

Competitividad

El contexto en el que se va a mover esta vuelta a la normalidad progresiva no será sencillo de gestionar para los pilotos. Daniel Ricciardo fue el piloto más claro, y Christian Horner, jefe de Red Bull, advirtió: los pilotos pueden estar oxidados y se arriesgan a cometer más errores, por lo que habrá más accidentes.

Este factor puede ser determinante a la hora de colocar las cartas sobre la mesa y hablar de favoritos. Lewis Hamilton y Mercedes serán los rivales a batir, pero no tendrán margen a que Ferrari (el gran candidato) o Red Bull les aprieten las tuercas. A menos carreras, menos comodines para fallar.

Estado anímico

Los pilotos han intentado pasar el confinamiento como han podido. Muchos de ellos se han echado en brazos de los videojuegos, con simuladores que no tienen nada que envidiar a los que tienen las sedes de los equipos. Otros se han dedicado a descansar y otros, sencillamente, a dejar pasar las horas muertas.

Lo que tienen muy claro es que el estado de ánimo no es el mismo ahora que en marzo. Sin una pretemporada en condiciones, muchos tendrán que realizar un trabajo mental extra antes de subirse al cockpit.

Logística

Si para los pilotos va a ser un año extraño, para los equipos mucho más. Condensar ocho Grandes Premios en diez fines de semana implicará tener un control perfecto de los trayectos, recambios, viajes y posibles intendencias que se produzcan este verano.

Al tener menos tiempo para probar las evoluciones, no habrá mucho margen para la innovación… ni para el fallo. El trabajo de las fábricas, especialmente en los equipos pequeños, pondrá las cosas en su lugar. 

Completar el calendario

El último gran reto, que no es cosa menor, es llegar a ese mínimo de 15 carreras que se ha colocado la organización. La situación del virus es muy cambiante en función de los países: Brasil está en un momento crítico y sus autoridades no dan garantías, mientras que otros como Estados Unidos o Canadá se muestran más optimistas.

No obstante, la propia reglamentación de la Fórmula 1 estrangula las opciones. Para considerarlo un campeonato del mundo debe tener carreras en, al menos, tres continentes. A día de hoy, sólo hay confirmadas las ocho carreras en Europa. Con Australia cancelado definitivamente, el continente oceánico está descartado, mientras que por Asia los emiratos (Bahréin y Abu Dhabi) resuelven la papeleta del primero. En caso de que Estados Unidos, México, Canadá o Brasil no abran la mano, se complica mucho la situación.

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