Una de las acciones que pudieron determinar el partido entre el FC Barcelona y el Athletic, que ganaron los culés con un solitario gol de Rakitic, fue un fuerte pisotón de Leo Messi sobre Yeray Álvarez.
Corría el minuto 68 de encuentro. Messi fue a la carrera a recoger un balón que perdió Riqui Puig en la frontal del área, y Yeray se tiró al suelo para adelantarse al argentino. Al ver que no llegaba, el capitán culé dejó la plantilla por delante y acabó pisando en la pierna izquierda al vasco.
Mientras este se retorcía de dolor, Messi se disculpó por lo sucedido, dando a entender que había sido un choque sin intención y que no quería pisarle. Pese a las quejas de los jugadores del Athletic, el árbitro del partido, Jesús Gil Manzano, no pito falta ni mucho menos sacó tarjeta.
Algunos aficionados e incluso árbitros que ahora ejercen de comentaristas en los medios consideran que debía haber sido, como poco, falta. "Messi entra con la plancha a disputar el balón. Si le da en la primera pierna sí hubiera sido más peligrosa y podría ser roja. Era al menos amarilla", asegura, por ejemplo, Iturralde González en 'AS'.
Messi ha visto cómo le pitan 17 faltas en lo que va de Liga y le han sacado tres tarjetas amarillas. En el total histórico de la competición española, a Messi le han sacado 43 amarillas y no ha sido expulsado nunca, ni por doble amarilla ni por roja directa.
¿Mereció roja ante el Nápoles?
No es la primera acción esta temporada en la que sus críticos acusan a Messi de tener bula arbitral. En el partido de Champions League de febrero ante el Nápoles, el blaugrana no vio tarjeta ni falta cuando fue con la pierna por delante a luchar por un balón frente al portero Ospina, a quien acabó clavando los tacos en el brazo.
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