Fútbol

A Antoine Griezmann se le atraganta la mesa del Barça

Griezmann se lamenta durante la semifinal de la Supercopa ante el Atlético
EFE

"Ya como en la misma mesa que Messi y Cristiano", dijo en septiembre de 2018 Antoine Griezmann. Era la gran estrella del Atlético de Madrid y de la selección francesa, con la que además se acababa de proclamar campeón del mundo.Apenas unos meses antes, en un (desafortunado) documental al estilo de uno anterior de LeBron James, The Decision, acababa de rechazar al Barça para seguir un año más de rojiblanco.

Todo le parecía sonreír entonces a la estrella gala, pero él quería más. Quería títulos y el Atlético no se los estaba dando. Por ello, al finalizar esa temporada, decidió dar el sí al Barcelona. Comería junto a Leo Messi, pero nunca en la misma mesa, de eso se encargó el argentino, dolido por el feo de Grizzy del año anterior.

En el campo, la sintonía de ambos jugadores siempre ha sido nula y en este Barça no tener feeling con Leo deja casi sentenciado. Los números nunca han sido del todo malos –lleva 14 goles en 43 partidos, cifras no demasiado diferentes a las que firmaba como colchonero– pero las sensaciones siempre fueron malas, como si de un cuerpo extraño se tratara dentro del juego azulgrana. Hasta las celebraciones dejaban momentos incómodos, con festejos fríos, forzados. Eso sí, Antoine era indiscutible para Ernesto Valverde primero y para Quique Setién después, titular en todos los partidos ligueros menos en dos (Sevilla y Valladolid) y también en todos los de Champions.

El parón debía ser un punto de inflexión. Él mismo aseguró que le había sentado muy bien y que se encontraba mejor física y mentalmente. Sin embargo, su rendimiento no solo no mejoró sino que se volvió ‘invisible’ durante los partidos, como si no estuviera en ellos. Y ante el Sevilla llegó el bombazo, una suplencia dolorosa en una noche clave del Barça en la lucha por la Liga. No fue un hecho aislado, Quique Setién parecía haberle puesto la cruz. En Balaídos, solo jugó los últimos nueve minutos en otro encuentro decisivo en el que el Barcelona volvió a tropezar.

Pero la traca final estaba por llegar. Visitaba el Camp Nou el Atlético de Madrid, su exequipo, y Griezmann no solo no fue titular sino que salió en el minuto 90 tras estar calentando durante casi media hora en la banda. Para muchos, una humillación en toda regla. Y sin duda, un toque de atención. "A Griezmann le veo bien. El problema es que no pueden jugar todos", se excusó Setién, alegando que a Messi y a Suárez no puede quitarles. "No es fácil encontrarle sitio sin desestabilizar al equipo", finalizó el cántabro. Simeone, por su parte, prefirió no hacer comentarios. "Sin palabras", dijo, pero él sabía que esto podía ocurrir, nunca entendió que se fuera.

El entorno de Griezmann no tardó en contestar. "Dos minutos, quiero llorar...", puso su hermano Theo al finalizar el choque. Pero muchísimo más duro fue este miércoles Alain, padre del jugador. "No tiene las llaves del camión, es un pasajero", escribió en redes sociales en referencia a Quique Setién. La situación comienza a ser insostenible y la relación entre el técnico cántabro y el galo parece totalmente rota.

Coordinador Deportes '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la universidad Francisco de Vitoria –adscrita a la Complutense– y Master en Administración y Gestión de Empresas Deportivas (ESERP, Universidad Europea). El periodismo deportivo siempre ha sido mi pasión y una forma de vida en la que ocio y trabajo se entremezclan constantemente. Pasé por Libredirecto, el diario GOL, los periódicos locales Mercados hasta que, en 2007, aterricé en 20 Minutos. Desde entonces, he estado siempre en la sección de Deportes.

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