El Barça se niega a dar por perdida LaLiga, al menos hasta que sea matemáticamente posible ganarla, y han sumado tres puntos más tras imponerse al Real Valladolid en un encuentro más efectivo que efectista.

Con el joven Riqui Puig en el once inicial, Setién buscó desde el principio hacerse con el balón y controlar el partido, ante lo que el conjunto de Sergio González poco o nada pudo hacer.

Tras dominar desde el minuto 1, Arturo Vidal convirtió ese control en un gol al cuarto de hora de partido. Fue con un disparo cruzado ante el que Masip, excanterano culé, no pudo hacer nada y que confirmó que el Barça incluso sin su mejor fútbol puede dominar.

La idea de los tres centrales fue clave para el devenir del partido. Los pucelanos no pudieron hacer nada para romper el bloqueo blaugrana, si bien en la última media hora apretaron algo más en un final más movido. Y es que retirar a Riqui Puig y colocar a Rakitic dio más pausa al ritmo del partido.

Más cansados de lo esperable, los blaugrana empezaron a ceder metros al Valladolid, que probaron en varias ocasiones a Ter Stegen. El alemán, de hecho, salvó el empate a un cabezazo de Enes Unal que fue clave.

Ni un partido sin su polémica con el VAR, y en esta ocasión fue porque no entró. Gerard Piqué y Mateu Lahoz tuvieron una charla bastante ostensible, en la que el central pedía penalti por un agarrón de Javi Sánchez en el área, que ni el colegiado ni el VAR advirtieron.

En los instantes finales, la conexión entre Enes Unal y Sandro estuvo a punto de dar un susto al Barça, pero de nuevo la mano salvadora de Ter Stegen evitó el empate.

Con este resultado, el Barcelona se queda a un punto del Madrid hasta que juegue el lunes ante el Granada, mientras que el Valladolid tendrá que esperar a que el Mallorca no gane para certificar la permanencia.