F1

Hamilton se lleva el caótico GP de la Toscana: tres salidas, dos banderas rojas y uno de los peores accidentes en años

El circuito de Mugello ha debutado en el calendario de la Fórmula 1 a lo grande. El GP de la Toscana que festejó los 1.000 Grandes Premios de Ferrari acabó con Lewis Hamilton ganando, seguido por Valtteri Bottas y Alex Albon que logra su primer podio en Fórmula 1.

Fue una carrera marcada por los accidentes, especialmente el que propició la primera de las dos banderas rojas que hubo en esta carrera y en el que Carlos Sainz se vio involucrado.

La salida fue caótica. El gran favorito en un circuito donde es muy complicado adelantar, Lewis Hamilton, tuvo una mala arracada y eso ya es noticia. El hexacampeón, que salía desde su séptima pole de la temporada, vio cómo su compañero Valtteri Bottas le levantaba la primera posición en los primeros metros. La alternativa de la carrera era Max Verstappen, se quedó tirado en la tercera curva. 

El neerlandés se quedó sin potencia nada más arrancar, se vio luchando por posiciones traseras y acabó empanzado en la puzolana después de quedarse atrapado entre varios pilotos, incluido Pierre Gasly, el ganador en Monza, además de Kimi Raikkonen y Romain Grosjean, un habitual en estas lides. Los peor parados fueron los pilotos de Red Bull y AlphaTauri, que abandonaron.

Para rematar el caos de los primeros metros, Carlos Sainz trompeó cuando estaba luchand por pasar a Lance Stroll. Cuando estaba intentando controlar el coche, Sebastian Vettel se lo encontró y rompió el alerón delantero de su Ferrari, aunque ambos siguieron, previo paso por boxes.

Inaudito: el coche de seguridad provoca un accidente

Para sacar los coches accidentados de la pista, se sacó el coche de seguridad a pista para reagrupar a la parrilla. El problema llegó cuando se reanudó la carrera.

Bernd Maylander, el piloto del coche de seguridad, anunció que se relanzaba la carrera y anunció que lo hacía apagando las luces muy tarde, lo que hizo que Bottas frenase notablemente para intentar evitar que le pasasen.

La normativa es clara: hasta que no se pase la línea de meta, nadie podía adelantar a nadie, y como los de adelante frenaron mucho, se provocó un efecto acordeón que acabó con varios coches embistiéndose entre sí. Kevin Magnussen se quedó clavado, por detrás al Alfa Romeo de Antonio Giovinazzi se lo llevó por delante, ambos chocaron contra el Williams de Nicholas Latifi... y Carlos Sainz les embistió a todos. La bandera roja fue algo obligado.

En la reanudación, desde parrilla, Hamilton aprovechó el rebufo de la larga recta de Mugello para ganarle la primera plaza a su compañero Bottas.

Por detrás, pese a que Charles Leclerc parecía haberse rehecho de manera brillante, poco a poco las carencias de su SF1000 le mandaron al final de los 13 que aún quedaban en carrera.

Fue Lance Stroll, quien acabó 3º en Monza, quien tomó la delantera frente al de Ferrari, si bien poco a poco el ritmo de carrera de los de atrás. Empezando por Daniel Ricciardo, cuyo podio tenía premio: se apostó con su jefe (y futuro jefe de Fernando Alonso) Cyril Abiteboul que si acababa una carrera entre los tres primeros se tenía que hacer un tatuaje. El dirigente francés seguro que lo aceptaba con gusto.

Tras las paradas en boxes, empezó una lucha a tres bandas entre Ricciardo, Albon y Stroll. Sin embargo, el de Racing Point se estrelló en la Arrabiata 2, lo que propició la salida del coche de seguridad, primero, y una bandera roja después.

Nueva resalida y resolución a 13 vueltas

La violencia del golpe de Stroll obligó a la reparación de las protecciones del exterior de esa curva, lo que hizo que todos se metieran en boxes para hacer una nueva salida, tercera del GP.

La carrera al sprint a 13 vueltas comenzó esta vez sin problemas para el primero. Hamilton mantuvo el primero puesto, pero no así su compañero Bottas. De hecho, el finlandés se vio adelantado por un Ricciardo, que luego no pudo aguantar mucho ante el empuje de un Albon que quería su primer podio en Fórmula 1.

El anglotailandés se vio cerca de Bottas por el segundo puesto, pero en cuanto el de Mercedes puso las cosas en su sitio, evitó que el de Red Bull lograse el segundo puesto y se tuviese que conformar con el tercero, que esta vez no le pudo arrebatar nadie.

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