El último día del mercado de fichajes, este lunes, no fue más que el fiel reflejo de un verano plagado de decepciones en el Barça con operaciones frustradas, fichajes que no llegaron a culminarse y jugadores por el que se ha sacado mucho menos dinero del esperado.

Un año sin títulos culminado con un sonrojante 2-8 ante el Bayern en la Champions obligaba a una revolución que se ha quedado a medias pero en la que sí han salido jugadores de gran peso en el equipo culé... casi regalados.

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Ivan Rakitic (1,5 millones de euros más 9 en variables), Arturo Vidal (un ‘kilo’ en variables) y Luis Suárez (seis también en variables) fueron ventas todas ellas destinadas a aligerar la tremenda masa salarial de la entidad blaugrana. Con la salida de estos tres futbolistas, no ingresó apenas dinero el club, pero sí se ahorró más de 50 millones en fichas.

Mejor le fue las cosas al Barça con la venta de Nelson Semedo en una operación en la que sacó 30 millones, cantidad similar a la que le costó por un jugador cuyo rendimiento no había convencido, pero necesitaba algo más el club, los últimos días del mercado iban a ser claves.

Llegó el Barça al lunes con urgencias y el último día del mercado estival confirmó el fracaso en la gestión de Josep Maria Bartomeu. El objetivo era darle salida a Ousmane Dembélé y sacar en torno a los 30 millones de euros por Jean-Claire Todibo y Rafinha Alcántara; el resultado fue que el extremo francés sigue en la plantilla azulgrana, el central galo salió cedido y el hispano-brasileño casi regalado al Paris Saint-Germain (solo 3 millones y en variables).

El nombre de Dembélé era clave. El deseo de la entidad culé era venderle y recuperar una parte de lo mucho que costó (105+40 en variables), pero llegados al lunes, una cesión era lo más realista. El acuerdo con el Manchester United estaba próximo, pero fue el jugador el que se negó a salir, seguiría un año más vistiendo la camiseta blaugrana.

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La negativa del galo a salir le cerró la puerta a Memphis Depay, petición expresa de Ronald Koeman ante las prohibitivas cifras de Lautaro Martínez y las telarañas de las arcas blaugranas. Por 20 millones de euros, según aseguró ayer la prensa neerlandesa, hubiera accedido el Olympique de Marsella a vender al extremo, pero con Dembélé en plantilla no había dinero suficiente ni para su fichaje ni para su salario.

Más preocupante es el tema de los centrales. El Barça se queda con cuatro en la plantilla, pero Koeman solo cuenta con tres de ellos (Piqué, Lenglet, Araujo), su confianza en Umtiti es nula. Eric García era el deseado, pero el Manchester City pidió una cifra cercana a los 30 millones de euros, muy lejana a la oferta del Barça, en torno a los 15 debido a que el defensa catalán acaba contrato dentro de un año. La ausencia de buenas ofertas por Todibo acabó de cerrar la puerta de la llegada del central en la última decepción del mercado.