A Josep María Bartomeu le crecen los enanos. El FC Barcelona se encuentra inmerso en una crisis institucional y, especialmente, económica, pues confirmó que ha sufrido unas pérdidas de casi 100 millones por la pandemia del coronavirus y que arrastra una deuda acumulada de casi 500.
Por ello, oficializó a través de un comunicado el inicio de un proceso de “modificación de condiciones de trabajo por causas derivadas del grave descenso ordinarios por la pandemia”.
Aunque la medida afecta a todos los empleados del club y a los deportistas, a priori los miembros de las categorías inferiores a partir de juveniles para abajo quedarán exentos.
Desde ahora comienza un periodo de dos semanas de consultas para exponer las medidas al Comité de Empresa, con el objetivo de alcanzar un acuerdo, aunque en cada departamento se tratará de forma diferente, tal como sucedió con el ERTE que se llevó a cabo durante el Estado de Alarma.
En esta situación se ejecutaron distintos porcentajes de rebaja y con un apartado especial para los deportistas del primer equipo de fútbol, que aceptaron una bajada del 72% de su salario.
La nueva medida del Barça va más allá, puesto que se pretende prolongar la rebaja a toda la temporada, con el reto de ahorrar casi 80 millones de euros, lo que provoca cierto malestar entre los empleados dado que el club no dudó en invertir más de 10 millones de euros en la incorporación de los brasileños Maia y Matheus.
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