Las exhibiciones de Fernando Alonso al volante del Renault R25 de 2005 han devuelto a un circuito de Fórmula 1 un sonido que se había perdido. El alarido de los motores V10, que duraron hasta ese año, fue una de las grandes pérdidas, primero frente a los V8 (2006-2013) y después a los V6 híbridos (2014-actualidad).

El show de Alonso con el Renault R25 en Abu Dhabi saca las vergüenzas de la F1

Ese ruido, sinfonía para los aficionados a la F1, ha puesto la piel de gallina a todos los presentes en el paddock de Abu Dhabi. Sólo Alonso y Kimi Raikkonen, los mayores, además de los miembros más veteranos de los equipos de la parrilla saben lo que es tener que ponerse tapones de los oídos para evitar que el chillido de esos propulsores les hiciese daño.

Por eso, muchos de los actuales pilotos sentían una cierta envidia al escuchar las vueltas de Alonso. Uno de ellos fue Lewis Hamilton, que llegó en el segundo año de los V8 y, por tanto, no pudo rodar en carrera (sí en algunos test) llevando un V10 en sus manos. Al heptacampeón le recorrió un escalofrío mientras hablaba con la prensa después de la clasificación, ya que en ese momento estaba su viejo compañero en McLaren dando vueltas al volante del Renault.

"Oh, ese sonido es tan guay... Es el mejor sonido de un coche de carreras. Odio que lo hayan tapado", admitía el piloto de Mercedes.

Fernando Alonso al volante del Renault R25, la Fórmula 1 que se echa de menos