Lección de Fernando Alonso en la clasificación al sprint de Silverstone que conquistó Verstappen

Fernando Alonso, en el circuito de Silverstone
Fernando Alonso, en el circuito de Silverstone
XPB / James Moy Photography Ltd.
Fernando Alonso, en el circuito de Silverstone

El experimento de la clasificación al sprint que ha debutado en Silverstone ha resultado todo un éxito. El vencedor de la carrera (que ha sido tal) fue Max Verstappen, por lo que este domingo saldrá desde la pole por delante de Lewis Hamilton y de Valtteri Bottas. Tres, dos y un punto a cada uno después de la primera carrera disputada en un sábado desde el GP de Sudáfrica de 1985... aunque oficialmente sea una sesión clasificatoria.

Pero si hubo un protagonista de esta inédita sesión fue Fernando Alonso. El asturiano demostró que este formato le puede venir muy bien, ya que dejó una actuación memorable. Una salida digna de una carrera de verdad, en la que ganó varias posiciones. De tener una posición de partida superior (el viernes clasificó 11º) y contar con un coche con posibilidades para pelear, quizá hubiera acabado mucho más arriba.

El resultado de esta novedosa sesión determinó la parrilla de salida para la carrera de este domingo, que será totalmente normal. La primera duda, la de los neumáticos, se resolvió de inicio: todos con medios, menos Bottas (que salía 3º), Alonso (11º), Ocon (13º) y Raikkonen (17º). Fue clave, especialmente para el español, como se vio después.

Alonso gana seis posiciones en la salida

La salida de Fernando Alonso sólo se puede clasificar de espectacular: del 11º al 5º en una vuelta. Primero cayó Carlos Sainz, que se tocó con George Russell y cayó a posiciones traseras, luego el propio británico y después Daniel Ricciardo, Sergio Pérez y, a la postre, Lando Norris. Cinco posiciones de golpe para auparse al quinto puesto.

La memorable salida luego le obligó a defender la posición sobre Norris, incluso haciendo 'eses' rozando lo ilegal... aunque acabó claudicando en la sexta vuelta.

Por delante, Max Verstappen le ganó la primera posición a Lewis Hamilton, que no arriesgó lo más mínimo: el heptacampeón no olvidó que lo importante era llegar a meta, dado que la carrera real era el domingo. Un susto, un error o un trompo, como le pasó a Sergio Pérez, le iba a mandar al fondo de la parrilla.

Pero el espectáculo lo seguía dando Alonso. Después de un par de vueltas en las que su ritmo era notablemente inferior al de Daniel Ricciardo con el McLaren, el australiano cedió la posición con el español para caer al séptimo puesto.

El siguiente rival a defender fue su viejo enemigo Sebastian Vettel, que con el Aston Martin venía más rápido. Sin embargo, el ritmo del alemán no era tan diferente al del asturiano, por lo que le resistió un poco más.

A falta de poco más de tres vueltas empezaron a aparecer los problemas de 'blistering' (ampollas por exceso de temperatura), especialmente en los puestos de arriba. Hamilton, por ejemplo, empezó a quejarse de que no podía con ello. Por detrás, Carlos Sainz llegó a la recta final de carrera con mejor ritmo que al principio y ganó plazas hasta el 11º puesto.

Los comisarios investigaron el toque entre Russell y Sainz y, tres horas después, determinaron lo obvio: que el de Williams era culpable y debía ser castigado con tres posiciones. A Sainz le vino muy bien, ya que ganó una plaza y sale este domingo 10º en busca de los puntos. También fue investigado por su reentrada peligrosa a pista y tenía otra revisión prevista del viernes por no respetar las órdenes del director de carrera, pero se libró de castigo en ambas.

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