Abbas Karimi será el único deportista afgano de las Paralimpiadas de Tokio que arrancarán este martes con la ceremonia inaugural. El nadador afgano, que escapó de su país a los 16 años, no defenderá la bandera de su país, pues forma parte del equipo de refugiados. 

Karimi nació sin brazos, una discapacidad que lejos de ser un obstáculo le sirvió como motivación para seguir adelante. Desde pequeño el ahora atleta paralímpico practicó deporte como vía para mostrar su fortaleza ante los demás, comenzó con el kickboxing y con trece años descubrió la natación: "Cuando salté por primera vez tenía mucho miedo, pero así es como empecé. Día a día lo encontré más interesante y aprendí a nadar. A veces mis amigos y yo ni siquiera íbamos a la escuela, íbamos al río y saltamos con la ropa puesta".

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El viaje de este atleta hasta Tokio no ha sido ni mucho menos fácil, pues asolado por la situación de su país decidió salir en busca de oportunidades hacia Irán con 16 años. Posteriormente llegaría a Turquía, donde vivió en varios campos de refugiados de menores en los que competía en natación con otros chicos. Pronto su talento fue descubierto través de un vídeo en redes sociales y gracias a un exentrenador de lucha libre consiguió entrar en Estados Unidos como refugiado.

En América, Abbas encontró la estabilidad y los medios que necesitaba para explotar su virtud para la natación y pronto comenzó a brillar en lo más alto de la competición, algo que, acompañado de un duro trabajo diario le ha llevado al mayor evento de deporte paralímpico del mundo, los Juegos de Tokio.

De esta forma, Karimi será el único afgano en participar en la cita olímpica después de que el Comité Paralímpico Internacional anunciara la imposibilidad de llevar a los dos atletas afganos que tenían previsto participar en Tokio por la crisis política que se vive en el país: "Por el momento, es realmente difícil traerlos aquí sin ponerlos en riesgo. Hemos estado hablando con organizaciones internacionales y gobiernos para ver qué posibilidades hay".

La bandera de Afganistán será portada en la ceremonia de inauguración de los Juegos Paralímpicos de Tokio por un representante de al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) como señal de solidaridad con los atletas que no podrán estar en el evento deportivo.