Fútbol

La jornada de los cuchillos largos

Ronald Koeman
EFE

No es Ronald Koeman el único técnico que peligra en su cargo este fin de semana. Hasta cinco entrenadores se mueven en el alambre y la sangría podría ser histórica. Los dirigentes entienden que ocho jornadas son un termómetro suficiente para tomar decisiones drásticas o para intuir inercias, que de no ponerse remedio cuanto antes, pueden tornarse ineludibles al final de campeonato. La historia está plagada de cambios de entrenador que funcionaron como un reloj y de otros que resultaron peor remedio que la teórica enfermedad.

Sin embargo, la gran particularidad que tiene esta jornada es la cercanía del parón liguero por los partidos de selecciones y, por lo tanto, la posibilidad de que los técnicos que asuman un nuevo banquillo tendrían dos semanas limpias para trabajar con sus nuevos pupilos. Las conversaciones veladas, las llamadas a próximos entrenadores han comenzado. Puede que estemos en puertas de una temporada tristemente histórica.

Ronald Koeman (FC Barcelona)

El holandés está sentenciado por Joan Laporta y su directiva. En Can Barça son conscientes de que este año, después de Messi, no tienen mimbres para soñar con ganar la Champions, pero sí al menos para que su equipo no se arrastre por Europa, como ocurrió contra Bayern y Benfica. Tanto presidente como entrenador se han encargado de escenificar la herida abierta y cada declaración pública del holandés parece casi una solicitud para acabar con esta agonía, que ya dura demasiadas semanas y que está llevando al equipo azulgrana a una deriva insostenible. La situación económica, con las consiguientes rebajas salariales, y el distinto discurso de los capitanes respecto al de Koeman, obligan a tomar una decisión. La cercanía del partido ante el Atlético, con Suárez y Griezmann para más inri, no invitaba a hacerlo de inmediato, pero el sábado por lo noche, con el sustituto ya elegido, puede ser el día.

Michel (Getafe)

La buena pretemporada del equipo azulón no auguraba un inicio de temporada tan terrible. Siete derrotas en siete partidos resultan difíciles de digerir y de encajar. En los tres primeros partidos frente a Valencia, Sevilla y Real Madrid, la imagen del cuadro madrileño fue buena, pero se cayó con estrépito contra rivales del mismo pesaje. La herencia de Bordalás, un técnico muy intenso que supo exprimir más allá de lo pensado a esta plantilla, se ha tornado en alargada sombra. Muy concluyente tiene que ser el cambio de imagen y conseguir los tres puntos ante la Real Sociedad, uno de los equipos más en formas de LaLiga, para que Ángel Torres no baje el pulgar.

Robert Moreno (Granada)

Tras su buen paso por la Selección, que heredó de forma interina y la herida abierta con Luis Enrique, tuvo un efímero paso por el Mónaco. El Granada se presentaba como su primera gran oportunidad en un club español. El listón de Diego Martínez en la ciudad nazarí quedó altísimo. Guarda cierto paralelismo con el caso del Getafe y Bordalás. Lejos de aprovechar la gran inercia de aquel equipo, Robert quiso poner su sello. Probó con defensa de cuatro y con defensa de cinco, se le escaparon puntos, de manera inmerecida, en los últimos minutos. No estuvo demasiado afortunado en sala de Prensa cuando se le apretó con el legado del anterior entrenador y se mostró poco empático con su afición, incluso teniendo que pedir disculpas. La visita del Sevilla este domingo, otro hueso, no tiene término medio: puerta grande o enfermería. Tres puntos en ocho partidos harían insostenible su continuidad porque el desapego con la grada es un escollo insalvable, incluso para los defensores, no demasiados, que le quedan dentro del club.

Paco López (Levante)

No es nuevo el runrún con el técnico de Silla, desde que en marzo de 2018 se hiciese cargo del banquillo granota. Como le suele ocurrir a los técnicos de la casa, cuesta más el reconocimiento. La visita a Mallorca puede marcar un punto de inflexión en su historia levantinista. Es cierto que su equipo no ha encontrado el trazo que le ha caracterizado en los últimos años y que la preocupación, más allá de los cuatro puntos, tiene que ver con las malas sensaciones en cuestiones innegociables como el compromiso o la aplicación. El Levante ya se ha empezado a mover entre bambalinas. Si se pierde de mala manera, Quico Catalán tomará una decisión dolorosa en lo personal, por la historia común que han protagonizado el último lustro.

Javi Calleja (Alavés)

La victoria en la última jornada ante el Atlético de Madrid, con los primeros tres puntos de la temporada, resultó balsámica. La propiedad alavesista se ha caracterizado por el gatillo fácil con sus entrenadores en cuanto se asoma el peligro y se atisban síntomas de debilidad. Habrá que ver que si ese último impulso tiene la suficiente fuerza para aguantar otro tropezón. Aún con un partido menos, tres puntos en seis jornadas son un pírrico bagaje, aunque la cercanía con el puesto que da acceso a la salvación hace ver el cuadro menos dramático. En el derbi regional ante el Athletic que abre la jornada este mismo viernes empezaremos a ver qué color toma esta tremenda jornada de cuchillos largos para cinco golosos banquillos del fútbol español.

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