Fernando Alonso y Max Verstappen: parecidos razonables entre el primer y el último gran rival de Lewis Hamilton

Fernando Alonso y Max Verstappen
Fernando Alonso y Max Verstappen
AFP7 / Europa Press
Fernando Alonso y Max Verstappen

Cuando Fernando Alonso empezó su carrera deportiva en 2001 en el Gran Circo, en el equipo Arrows se encontraba un veterano Jos Verstappen que afrontaba sus últimos años como piloto de Fórmula 1. Por aquel entonces tenía un hijo, Max, que tenía poco más de cuatro años. Quién le iba a decir al asturiano que 20 años después iba a ver a ese risueño niño que correteaba por el paddock como un más que firme candidato a proclamarse campeón del mundo.

Las conexiones entre Alonso y Verstappen son múltiples, siendo una de las principales el nexo en Lewis Hamilton. El neerlandés de Red Bull es la gran pesadilla del británico, que ha visto cómo su posible octavo título tendrá que esperar, al menos, un año más si no es capaz de revertir la situación en el campeonato del mundo. Hamilton, que llegó a la Fórmula 1 con la vitola de ser una de las grandes joyas de futuro, ha encontrado la horma de su zapato en un piloto que, en muchas cosas, recuerda al que fue su primer gran rival.

De la marea azul a la marea naranja

Aunque sí hubo pilotos españoles antes de Alonso, nunca antes se vivió una fiebre por la Fórmula 1 como en los años de gloria del asturiano. Audiencias televisivas que no bajaban de los 3 millones de espectadores, periódicos deportivos y generalistas abriendo con sus victorias, telediarios copados con su figura... y una marea azul que le perseguía allí por donde iba.

Dos décadas después, los que ya seguían la F1 entonces ven con cierta nostalgia cómo aquel color azul se ha tornado naranja. No hay circuito donde no se oiga un rugido de cientos de aficionados ataviados con el color típico de los Países Bajos, que disfrutan con las grandes heroicidades de su ídolo y lo pagan con su gran enemigo. Como ocurrió antaño en España, Hamilton se ha convertido en el enemigo para los neerlandeses, pasionales y festivos a partes iguales ante la posibilidad de ver a su primer campeón del mundo de F1.

Dos diamantes en bruto

Las escaleras para llegar a la Fórmula 1 han cambiado ligeramente. Alonso se subió gracias al apoyo de Adrián Campos en sus primeros pasos y la apuesta decidida por él de Flavio Briatore. Sin ellos dos, es más que probable que ahora no estaríamos hablando de un bicampeón del mundo español. Enseguida vieron que era un auténtico diamante por pulir, una figura que podía destronar al rey Michael Schumacher si le acompañaba la suerte, porque el talento lo tenía.

El caso de Verstappen fue ligeramente distinto. Desde el karting se vio que era una joya, y su padre no tardó mucho en ponerle en el escaparte. La eventual posibilidad de tener un nuevo ídolo en sus filas hizo que Mercedes y Red Bull se peleasen por él nada más llegar a la F3 Europea. Ni siquiera pasó por la GP2/F2: en 2014 se convirtió en objeto de deseo de ambos, y Helmut Marko subió la apuesta hasta una cota que no pudo igualar Toto Wolff: le dio un asiento en Toro Rosso para debutar junto a Carlos Sainz en Fórmula 1.

Queda por ver si Verstappen es capaz de lograr lo que hizo Alonso con Schumacher.

Una pesadilla para sus compañeros

Fernando Alonso ha tenido, hasta el momento, 13 compañeros de equipo. Desde los irrelevantes Tarso Marques y Alex Yoong, a pilotos con muchos más quilates como Lewis Hamilton, Kimi Raikkonen o Jenson Button. A falta de saber lo que pueda hacer el actual, Esteban Ocon, Alonso ha batido a todos menos a dos: Jarno Trulli en 2004, el propio Hamilton, con quien empató en 2007 y Button en 2015 que le ganó 11-16 en puntos.

Verstappen es también un 'ogro' para sus compañeros. Carlos Sainz fue su primera víctima en 2015 (49 puntos por 18 del español) en Toro Rosso, lo que le valió para dar el salto en 2016 a Red Bull y ganar, en su estreno en el primer equipo de la estructura. Daniel Ricciardo tiró de veteranía en 2017 y le ganó con solvencia, pero en 2018 el neerlandés se tomó justa venganza y, además de ganarle, le obligó a salir de Red Bull en dirección a Renault.

Tanto Alex Albon como Pierre Gasly fueron arrasados en 2019 y 2020, hasta el punto de que el anglomalayo acabó saliendo de la F1 (vuelve en 2022 como piloto de Williams) y el galo tuvo que dar un paso atrás a AlphaTauri. Ahí, sin la presión machacona del neerlandés, ha obtenido sus mayores hitos deportivos.

Una pesadilla para Hamilton

Alonso y Verstappen no han dejado de dedicarse elogios mutuos. Ambos se reconocen cosas en el otro, algo que no pasa desapercibido para sus rivales, empezando para un Hamilton que nunca ha sufrido tanto en lo que lleva en Fórmula 1 como con ambos.

Su única temporada al lado de Alonso fue una pesadilla, en la que sólo el apoyo incondicional de Ron Dennis le permitió continuar (llevándose por delante, entre otras cosas, una prometedora carrera de Alonso como piloto franquicia de McLaren). Por aquel entonces él era el joven candidato y el español, el campeón reinante.

La ironía del deporte le ha colocado ahora en el otro lado. Ahora es Verstappen quien está mostrándose como el joven irreverente que quiere acabar con su reinado. Alonso no pudo con Hamilton aquel año, 'sólo' le igualó; a falta de cinco carreras para acabar 2021, Verstappen lleva una ventaja de 12 puntos.

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