El Atlético de Madrid fue incapaz de ganar a un Mallorca que aprovechó sus mejores armas para bloquearles. El empate 1-1 con el que acabó el duelo no sólo hace caer al conjunto colchonero de su pelea por la parte alta, y de paso beneficia al Real Madrid (más líder), sino que además supone un serio varapalo anímico antes de la 'final' ante el Oporto.
Al Atlético se le complicó el plan en los primeros minutos: Savic se lesionó a los 10 minutos de encuentro. El conjunto colchonero intentó rehacerse, pero la idea de Simeone de dejar en el banquillo a Luis Suárez fue bastante nefasta a la postre. Sin ideas, sin peligro serio por arriba, ni mucho más que dar, el Mallorca resistió bien en la primera mitad. Más allá de un par de ocasiones de Correa o Lodi, poco o nada.
Todo cambió en la segunda mitad. En los mejores minutos del Mallorca, el Atlético se adelantó con un gol más efectivo que efectista, cuando un mal rebote fue aprovechado por Cunha para marcar el 1-0. Quedaban 20 minutos, y lejos de que el tanto hiciera que se vinieran arriba los colchoneros, quienes lo aprovecharon fueron los baleares.
Y es que el triple cambio de Kubo, Battaglia y Ángel fue clave. Franco Russo aprovechó el enésimo despiste defensivo del Atlético, en este caso de Mario Hermoso, para cabecear una falta botada desde la izquierda para marcar el 1-1. Y este cambio de guión fue clave.
El Atlético se acabó de hundir, y una enorme contra que condujo Kubo tras un pase sobre el mismo borde del fuera de juego acabó convirtiendo el 1-2 ya en el descuento. Siete partidos después, el Mallorca vuelve a ganar y respira. El Atlético vuelve a caer en un partido en la recta final.
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