La gala de la Federación Internacional de Automovilismo reconoció en París a todos los campeones del mundo de las diferentes disciplinas, además de otros premios. Entre estos últimos también se reconocieron las tres mejores acciones del automovilismo de la temporada que, bien por su espectacularidad, su trascendencia o por reflejar un hecho sin precedentes, merecen ganar un galardón. 

La épica batalla entre Alonso y Hamilton en el GP de Hungría: "Cometía los mismos errores siempre"

La elegida como la mejor del año fue el épico duelo entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton en el GP de Hungría. Aunque ninguno de los dos estaba presente (el primero porque no tenía ningún premio que recoger, el segundo porque vetó a la FIA en señal de protesta por lo sucedido en Abu Dhabi), todos los que sí acudieron pudieron revivir la lección de defensa que realizó el asturiano en Hungaroring sobre su viejo compañero y rival. De no ser por esas vueltas que el español resistió con un coche netamente inferior al todopoderoso Mercedes del heptacampeón, Esteban Ocon no habría ganado su primera carrera en F1.

La ausencia de Hamilton y de Toto Wolff, su jefe, en la gala fue el elefante en el centro de la habitación. Valtteri Bottas, como tercer clasificado del año, sí acudió, así como James Allison, director técnico del equipo Mercedes, que ejerció de máximo representante de los campeones del mundo de constructores.

"Hamilton fue robado": una carta de la mujer de Toto Wolff, la versión más cruda de las quejas de Mercedes

Max Verstappen recibió su trofeo que le acredita como el 34º campeón del mundo de pilotos de la Fórmula 1, en una cita en la que reivindicó el valor de su título frente a los que, como Susie Wolff (esposa de Toto), afirman que "Hamilton fue robado". "No lo siento (por él), pero entiendo que puede ser doloroso. Al final, las carreras son así. Él también ha ganado un título así y lo podrá entender. En los primeros días no estará contento, pero las carreras son así y esto puede suceder", reivindicó, antes de insistir en mantener la tranquilidad. "Sabíamos que habíamos ganado en la pista", dijo.

Fue una gala que, además, también sirvió como despedida a Jean Todt. El francés deja la presidencia de la FIA tras doce años al frente del automovilismo mundial, con la mejora de la seguridad no sólo deportiva sino también en la calle como su principal legado.