Novak Djokovic ya conoce con quién empezará la defensa del Open de Australia, torneo que ganó en 2021, después de que los organizadores aplazasen durante una hora la celebración del sorteo.
Mientras se esperaba que el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, se pronunciara al respecto, 'Nole' quedó encuadrado en primera ronda contra su compatriota Miomir Kecmanovic, número 78 del mundo.
Djokovic está a la espera de saber aún si podrá defender el título en la Rod Laver Arena y convertirse así en el único tenista con 21 trofeos Grand Slam, superando a Roger Federer y Rafa Nadal. El manacorense podría ser su rival en unas hipotéticas semifinales, dado que ambos han quedado encuadrados en el mismo lado del cuadro.
Así queda el sorteo
Aunque todas las miradas estaban puestas en Djokovic, en el sorteo hubo mucho más que dilucidar. Por ejemplo, que Rafa Nadal, que viene de ganar el Melbourne Summer Set como preparación, debutará contra el estadounidense Marcos Giron.
Nadal alertó de que sus expectativas no son las mismas que en años anteriores después de haber aterrizado en Melbourne tras seis meses alejado de la competición como consecuencia de su lesión crónica en el pie izquierdo. Federer será un año más la gran ausencia para una edición de 2022 que tampoco contará con la presencia del austriaco Dominic Thiem.
Djokovic se podría enfrentar en unos hipotéticos cuartos de final al italiano Matteo Berrettini (7) y en semifinales al alemán Alexander Zverev (3) o a Nadal (6).
En el otro lado del cuadro, unas posibles semifinales serían las que enfrentarían al noruego Casper Ruud (8) con el griego Stefanos Tsitsipas (4), así como un hipotético duelo entre los rusos Andrey Rublev (5) y Daniil Medvedev (2).
Los españoles Roberto Bautista (15), Pablo Carreño (19) y el joven Carlos Alcaraz (31) debutarán frente al italiano Stefano Travaglia y dos jugadores procedentes de la fase previa.
A la espera de la resolución del 'caso Djokovic'
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, al ser preguntado por los periodistas, señaló que la decisión sobre el visado del tenista recae en el ministro de Inmigración y que prefería no hacer comentarios.
De esta manera, el futuro del Open de Australia depende de Alex Hawke, que lleva desde el pasado lunes pensando qué hacer con Djokovic. La decisión inicial del juez no dejó en buen lugar la actuación del Gobierno 'aussie', que se ha encontrado con una crisis internacional debido a la entrada, cuando menos, irregular del número 1 del mundo. Hawke tiene ante sí una de las decisiones más importantes desde que está en el Ejecutivo, ya que Morrison se encuentra en pleno proceso de reelección como Primer Ministro.
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