Desgarrador final de un Europeo inmaculado de los Hispanos que caen en la final contra Suecia por 27-26. Los escandinavos firmaron un partido más sólido y fueron más efectivos en los detalles, ante una España que perdonó más de la cuenta y perdió el partido en las jugadas en las que no se podía fallar… y una acción final que deja mucha polémica. Sin embargo, cabeza alta para los de Jordi Ribera que vuelven a sumar un metal que hoy sabe amargo pero que mañana se endulzará.

Fueron los suecos los que comenzaron por delante en el marcador y dejando mejores sensaciones en el arranque de partido. Los escandinavos dominaron y se mostraron más duros en defensa durante el primer tramo del encuentro, aunque perdonando ocasiones importantes como sus dos primeros lanzamientos de siete metros. Sin embargo, los Hispanos no permitieron a sus rivales marcharse en el marcador y pudieron darle la vuelta antes del descanso.

Así, los de Jordi Ribero encadenaron buenas defensas frustrando tanto las ideas como la moral del combinado sueco, mientras que iban mejorando sus sensaciones y carburando el juego español. De hecho, fue justo antes del descanso, con una obra de arte de Figueras engañando a un Palicka que fue de más a menos en la primera mitad, cuando España consiguió su primera ventaja del partido.

No obstante, el portero de Suecia fue de lo mejor del primer acto, con siete paradas que impidieron que España tuviese más ventaja en el marcador al descanso. Por parte de los Hispanos, la labor de Aleix Gómez y Ángel Fernández en los extremos ha sido vital para que despertasen los Hispanos.

Tras la reanudación, la igualdad siguió siendo la tónica del partido, aunque España logró agrandar su ventaja con un gol más de renta en ciertos momentos de los primeros minutos de la segunda parte. 

Las expulsiones que condenaron a España

Sin embargo, las expulsiones que sufrió España terminaron siendo diferenciales y marcaron un punto de inflexión para los Hispanos. Primero, los problemas en ataque permitieron que Suecia recortase y empatase el partido.

Después, un cambio mal ejecutado de Peciña supuso otra expulsión que dejó a los españoles mermados ahora en defensa ante el crecimiento sueco. Con la superioridad en el parquet, los escandinavos lograron darle la vuelta al marcador y sacar ventaja aprovechando los problemas atrás de los de Ribera. Una vez más y como en semifinales, Palicka se convirtió en un auténtico muro.

Igualados en el último minuto

Sin embargo, en los cinco minutos finales llegaron los nervios suecos y se reavivó el partido con el empate a 26 de los Hispanos a falta de dos para el final y Ribero pidió tiempo muerto para buscar la machada… aunque el plan no pudo salir peor. Cañellas fue de nuevo quien perdió el balón en una posesión clave mientras que España pedía falta por varios agarrones sobre su jugador.

Con 19 segundos para el final, Suecia fue a quien le tocaba ahora responder y lo hizo. El árbitro en este caso sí señaló un siete metros a favor de los escandinavos que Ekberg no desperdició para darle el anisado título europeo a su país.