Rafa Nadal volvió a dejar un partido para la historia en la final del Open de Australia. El español remontó dos sets en contra al tenista más en forma del circuito, Daniil Medvedev, proclamándose campeón después de casi medio año de parón y con dudas sobre si podría volver a jugar al tenis. Una gesta solo al alcance de muy pocos y que por su edad quizás nunca vuelva a firmar el de Manacor.

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  David Sánchez de Castro

Hubo muchos detalles que llamaron la atención en la final, como las probabilidades casi nulas de que Nadal remontase según el 'win predictor' o los gestos de rabia del español para agarrarse mentalmente al partido. Sin embargo, hubo otro que pasó desapercibido en pista pero no en la retransmisión, con un valor de un millón de dólares.

Concretamente, el exclusivo reloj que Nadal lució en la final, un RM 27-04 Tourbillon de la marca Richard Mille que acompaña al manacorense desde hace más de una década. Esta joya de la relojería con un valor que roza las seis cifras y de la que solo se han fabricado 50 unidades.

Este ha servido como una especie de amuleto para Nadal, que estrenó el reloj en la edición de Roland Garros de 2020, cuando consiguió su vigésimo y último Grand Slam hasta este domingo. 

Richard Mille

Este RM 27-04 Tourbillon, diseñado especialmente para Nadal, cuenta con varios detalles que hace algunos guiños al jugador, como un tejido entrelazado de acero que recuerda a las cuerdas de la raqueta de tenis o la inscripción de su nombre en un lateral. Además, destaca por su ligereza alcanzando un peso de solo 30 gramos con la correa incluida que le permite flotar en el agua.

La platina y sus puentes están compuestos de una aleación de titanio (90%), aluminio (6%) y vanadio (4%), lo que favorece a su resistencia y dureza, además de incluir detalles hechos de cristales de zafiro tanto por delante como por detrás.