Novak Djokovic ofreció este martes su versión sobre lo ocurrido en los días previos al Open de Australia, cuando fue deportado del país oceánico por ser considerado un peligro para la sociedad debido a su negativa a vacunarse.

El serbio ha hablado con la BBC para confirmar que, efectivamente, no ha sido inoculado con las dosis para paliar la covid-19 y se ha mostrado rotundo con su postura: "(No disputar torneos) es el precio que estoy dispuesto a pagar".

Una de las frases que más ha llamado la atención de su entrevista ha sido la de que no se considera antivacunas, en el sentido de que ha recibido varias a lo largo de su vida, pero que no se vacunará "si le obligan", lo que ha generado revuelo en redes sociales y un tuit muy viral de la compañía aérea Ryanair.

"No somos una aerolínea, pero sí volamos en aviones", escribieron desde la cuenta matriz de la compañía irlandesa. 

Preocupado por su cuerpo

"Mi cuerpo es más importante que cualquier titulo. Es el precio que estoy dispuesto a pagar. Yo defiendo la libertad de ponerme lo que quiera en mi cuerpo", ha dicho el serbio.

La postura de Djokovic con respecto a la vacuna le costará el número uno del mundo y, si las normativas no cambian, la posibilidad de superar a Nadal como tenista masculino con más Grand Slams y es que, por el momento, no podrá participar en Wimbledon o el US Open.