El pasado sábado la tragedia salpicó al fútbol mexicano y el episodio de violencia extrema acontecido en el estadio de la Corregidora de Querétaro copó titulares de todo el mundo. 

Un total de 26 heridos, según las cifras oficiales, tuvieron que ser trasladados al hospital después de que los radicales - barras- del equipo local agredieran a los hinchas visitantes, de Atlas. 

La brutalidad de los vídeos difundidos, con decenas de cuerpos inmóviles y ensangrentados, muchos de ellos despojados de sus ropas, tendidos en el el suelo del estadio, ha llevado a muchos mexicanos a pensar que las cifras ofrecidas por las autoridades se quedan cortas. 

Con el hashtag #SIHAYMUERTOS, muchos testigos que estaban en el estadio aseguran que, con lo que vieron, es imposible que no haya ningún fallecido, algo que desde las instituciones implicadas, deportivas y políticas, niegan con rotundidad.

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Golpes brutales a personas inconscientes

En los vídeos difundidos a través de las redes sociales se puede ver cómo radicales desbocados propinan golpes a personas que ya están inconscientes en el suelo, con duros golpes, especialmente a la cabeza. Sangre, cuerpos desnudos... Las imágenes dan pavor y en México claman por una investigación más profunda.

Aseguran varios, incluso, que muchos otros aprovechaban para robar lo poco que les quedaba encima a los agredidos. Un panorama desolador al que las autoridades han restado importancia, destacando, además, que ya 23 de los 26 hospitalizados se encuentran perfectamente en sus casas. 

Las siguientes imágenes pueden herir la sensibilidad del lector.

Quejas por la actuación policial y diez detenidos

Muchos testigos presenciales de la brutal pelea han denunciado que los agentes de seguridad presentes en el estadio permitieron la batalla campal que se formó durante el partido entre Querétaro y Atlas.

Alguien que se identifica como miembro de la barra de Querétaro ha contado en redes sociales que el ataque estaba preparado y que está dispuesto a identificar a los culpables, además de revelar que los miembros del grupo radical se benefician presuntamente del club.

Mientras la polémica crece y muchos en México claman por una investigación seria, la policía ha detenido a diez agresores a los que acusan de homicidio en grado de tentativa. Las redes sociales siguen ardiendo en México, donde Querétaro ha sido condenado a un año de partidos a puerta cerrada y Atlas a seis meses sin poder desplazar a aficionados a partidos de visitante. Y a otra cosa.