El Eintracht de Frankfurt se impone en el Villamarín y obliga al Betis a remontar en la vuelta

  • Los de Pellegrini perdieron por 1-2 y pudo ser peor porque Claudio Bravo paró un penalti en la segunda mitad.
Fekir, en el Betis - Eintracht
Fekir, en el Betis - Eintracht
EFE
Fekir, en el Betis - Eintracht

El Eintracht de Frankfurt se impuso por la mínima a un Betis que dejó alguna señal de desgaste después de esta intensa parte de la temporada. Los verdiblancos mostraron más juego que goles durante todo el encuentro, pero fueron los germanos quienes se impusieron. Y pudo ser peor de no contar con un acertado Claudio Bravo que tuvo una segunda parte brillante.

El choque empezó con un ritmo frenético. Solo tardó dos minutos Canales en probar los reflejos de Trapp, que paró sin problemas, a lo que respondió Lindstrom con una gran volea desde la frontal que se fue alta. Pellegrini, desde la banda, no paraba de dar órdenes con una idea clara: balones a Canales, que fue el encargado de ir filtrando balones, bien a la  banda, bien desde la derecha a la frontal.

Aunque el juego era bético, el peligro era alemán. El Eintrancht se adelantó al cuarto de hora de partido con un auténtico golazo de Kostic, que sorprendió a Claudio Bravo con un balón desde la banda izquierda que se coló por el palo largo sin posibilidad para el veterano cancerbero chileno. El tanto cogió de sorpresa al Betis, que tardó unos cuantos minutos en rehacerse y recuperar el dominio de la pelota.

A la media hora, obtuvieron premio. Nabil Fekir se coló en el área y, tras dejar roto a N'Dicka con un certero quiebrio, batió a un Trapp que había sido imposible de batir. El empate del francés parecía que iba a dar aire a las opciones de los verdiblancos, pero el conjunto germano tardó solo dos minutos en volver a ponerse por delante. Daichi Kamada recibió un pase suave de Lindstrom por un fallo claro de Édgar y, con un certero disparo raso, puso de nuevo a los suyos con ventaja en el luminoso.

El partido cambió de ritmo. De ser vistoso y con opciones pasó a hacerse bronco y ligeramente agresivo, especialmente por parte de los germanos. Especialmente protestado fue un pisotón claro de Sow sobre Fekir, que pareció intencionado, pero el árbitro Marco Guida no hizo ni amago de echar mano a las tarjetas.

La efectividad mostrada en la primera parte fue suficiente para que el Eintracht encarrilase la eliminatoria, aunque no con la ventaja que hubieran deseado. Y es que a los cinco minutos de la segunda parte, Ruibal se fue al suelo para cortar a Lindstrom y el balón le dio en la mano de apoyo. El colegiado pitó penalti... pero Claudio Bravo le adivinó la intención a Santos Borré, que no hizo su mejor lanzamiento ni mucho menos. 

El cancerbero, si en el primer gol recibido pudo hacer más, estuvo realmente brillante en la segunda parte, ya que no sólo detuvo la pena máxima a Borré, sino que luego le cortó un mano a mano brillante y luego un disparo a bocajarro que desesperó al colombiano.

El buen juego de la primera parte se deshizo en la segunda para el Betis, que a excepción de una falta de Fekir y un buen centro de Joaquín que se fue a ninguna parte, poco o nada hicieron trabajar a Trapp. Al final, incluso firmaban el 1-2: llegan vivos a la vuelta y tienen claro que pueden pasar.

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