La marea arlequinada de 2.000 personas que el sábado fue al Estadi Johan Cruyff para animar a su equipo en el encuentro de 1ª RFEF ante el Barça B se fue indignada a casa a pesar del triunfo del Sabadell (0-2), a causa de los incidentes que se produjeron con el personal de seguridad contratado por el club azulgrana.

“En algunos casos el personal de seguridad se excedió en las formas. Hubo dos o tres agresiones a nuestros aficionados y alguna mujer tuvo que quedarse en sujetador en los alrededores del estadio para quitarse la camiseta del Sabadell y ponerse otra”, explican a EFE fuentes del club vallesano.

El origen de este conflicto fue que una buena parte de aficionados del Sabadell compró entradas fuera del circuito de venta para los seguidores visitantes. El Barça ofreció 1.300 entradas al equipo rival (situadas en el gol norte y una parte del lateral), algo que desde el club arlequinado agradecen, pero éstas el viernes ya se habían agotado.

Este hecho provocó que el Sabadell, coordinado con el Barça, hiciera entonces un tuit destinado a su afición: “El FC Barcelona nos ha informado que por normativa de seguridad del club, los aficionados que accedan al Estadi Johan Cruyff identificados con los colores del Sabadell serán reubicados en la zona habilitada para la afición visitante”.

El problema fue que cuando se aproximó la hora del partido se comprobó que la zona de la afición visitante estaba llena y que seguían queriendo entrar centenares de seguidores arlequinados con entradas para las otras zonas del estadio.

Ante esta situación, el departamento de seguridad del Barça optó por no dejarles acceder con indumentaria que les identificara como aficionados del Sabadell. “Acabaron pasando la gran mayoría”, aseguran a EFE fuentes del club azulgrana. “La zona visitante de 1.300 seguidores se acabó ampliando para ir reubicando al resto”, añaden.

En este sentido, el Barça recuerda que “la normativa de la competición dice que como mínimo hay que ceder 400 entradas a la afición visitante” y la entidad barcelonesa “primero cedió 1.000 y después amplió la cifra a 1.300”.