La boxeadora española Laura Fuertes deberá conformarse con la medalla de bronce en los Mundiales que se disputan en Estambul, tras caer el miércoles en la semifinales del peso mosca-ligero ante la turca Buse Naz Cakiroglu, vigente subcampeona olímpica.

Una derrota que no debe empañar la sobresaliente actuación de la púgil asturiana, que hizo historia en la capital turca al convertirse en la primera boxeadora española en lograr una medalla en un Mundial.

Pero Fuertes, de 23 años, no quería conformarse con el bronce que se aseguró tras derrotar el pasado lunes a la argentina Tatiana Flores en los cuartos de final y salió al ring dispuesta a plantar cara a la boxeadora turca.

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Sin embargo, el empuje de la española no convenció a los jueces que desde el primer asalto se decantaron a favor de Cakiroglu.

Un panorama que no cambió ni con la penalización con la que fue sancionada la boxeadora turca, que no dudó en ningún momento en trabar el combate en el momento en el que Laura Fuertes tomaba la iniciativa.

Marcador adverso que obligó a la española a arriesgar en el último y definitivo asalto lo que no desaprovechó la púgil local para seguir sumando puntos en las tarjetas de los jueces, que finalmente dieron a Cakiroglu ganadora por 4-0.

La boxeadora otomana, que ya colgó la plata en los Mundiales disputados en 2019 en Rusia, se medirá en la final a la colombiana Ingrit Valencia que se impuso a los puntos (4-1) a la uzbeka Aziza Yokubova en la primera de las semifinales.