Lewandowski mete más presión

En un periodo de traspasos al que todavía le queda mucho recorrido, el papel protagonista del culebrón veraniego ya tiene actor asignado tras la resolución del episodio en el que las cámaras apuntaban a Mbappé, el cañonero de la Bundesliga Robert Lewandowski, que sigue aumentando la presión a su actual club y a sus posibles pretendientes con incendiarias declaraciones.

El deseo del segundo máximo goleador del conjunto bávaro –con respeto de El Torpedo Müller– está claro, no quiere volver a vestir la camiseta del club más laureado de la historia de Alemania. Así lo confirmó este martes con unas declaraciones con las que se frotan las manos los clubes europeos que pueden hacerse con una ganga para reforzar la zona de ataque, entre ellos su principal pretendiente, el Barça.

«No soy un egoísta. Sé lo que tuve en el Bayern y lo aprecio mucho. También sé que he estado haciendo todo lo posible para no decepcionar al club y a la afición durante los últimos ocho años. Después de este tiempo, siento que es hora de una nueva etapa», señaló ayer en declaraciones al diario alemán Bild.

En la otra parte de las negociaciones se encuentra el club, al que por contrato aún le quedaría un año más de disfrute de la estrella, y que ha aclarado, también en varias ocasiones, que no tiene pensado facilitar la salida del polaco. 

Respecto a esto, también el diario Bild, filtró una conversación telefónica de Hasan Salihamidzic (director deportivo del conjunto muniqués), en la que el citado directivo se habría asegurado de confirmar al polaco que el club buscará la manera de retenerle. «Entre otras cosas, hablamos sobre sus declaraciones públicas. Le expliqué claramente nuestra posición con respecto a su situación contractual. Herbert Hainer, Oliver Kahn y yo hemos comentado varias veces sobre su deseo de dejar el club, así que me gustaría dejarlo así», declaró.

Así, el romance entre el jugador y el equipo en el que lo ha ganado todo podría envenenarse en un juego de negocios en el que el artillero ya sabe las estrategias que se trazan en los despachos del Allianz Arena. Pues de ellas ya ha sido víctima en otros mercados veraniegos en las que ha recibido llamadas de otros grandes de Europa. Pese a ello, y a los constantes mensajes públicos que está dejando el indiscutible líder del equipo, Lewandowski sigue abogando por la vía diplomática. «Ciertas declaraciones a menudo se distorsionan o exageran. Sé que un conflicto genera muchos titulares. Pero el Bayern y yo no somos enemigos».

En estas claras opiniones que suenan a despedida, el ariete sigue pensando en el bien de la que ha sido su casa durante ocho temporadas. «Creo que es la mejor solución en esta situación, sobre todo porque el club todavía puede coger un pago por mí. Creo que es mejor que el Bayern invierta el dinero que pueda conseguir por mí, que mantenerme hasta el final de mi contrato» l