El 'coaching' y otras normas que imperan en el tenis: la vestimenta de Wimbledon, las botellas de Roland Garros, los gritos...

Carlos Moyá y Rafa Nadal
Carlos Moyá y Rafa Nadal
EFE
Carlos Moyá y Rafa Nadal

Una de las medidas que más furor va a causar en el tenis es el 'coaching'. A partir de julio, podrán interactuar los tenistas con sus respectivos entrenadores durante los partidos, una revolución que podrá cambiar el rumbo de muchos encuentros. 

Las dudas de la ATP han llevado a instaurarlo de manera temporal, hasta final de temporada. Una decisión que permitirá ponerla en práctica en grandes torneos como el US Open y el torneo de maestros, que lo juegan los ochos mejores del año. 

Pero esa no es alguna de las normas que imperan en el mundo de la raqueta. Muchas otras están presentes sean del gusto o no de los  jugadores. 

Wimbledon y su vestimenta

El diseño de la ropa siempre ha ido ligado a los tenistas. Muchos de ellos aprovechan distintos torneos para lucir nuevos modelos, dando visibilidad a las firmas como Adidas o Nike. 

Pero ahí aparece Wimbledon, el Grand Slam británico cercena esa práctica de manera radical. Obliga a todos ellos, si quieren participar en las instalaciones del All England Lawn Tennis and Croquet Club. 

Para ello, deben de vestir inmaculadamente de blanco. Una norma que llevan cumpliendo a rajatabla todos y sin permitir ninguna excepción. 

Las botellas de plástico, prohibidas en Roland Garros

Cada uno acostumbra a llevar consigo diferentes bebidas durante sus partidos. El más característico en ello es Rafa Nadal, que tiene un ritual en ello.

Sin embargo, en Roland Garros, a partir de este mismo año, entró en vigor una ley donde no se podían llevar alegremente todos los recipientes que cada uno quisiese. Para ello, tienen que utilizar el de la organización y rellenarlo de los ofrecidos por el torneo galo antes del comienzo del partido. 

Los gritos del público, prohibidos durante los puntos

Los gritos de los aficionados están a la orden del día en el fútbol o en el baloncesto. Una manera de mostrar el apoyo de todos ellos a los deportistas, que darles ánimos en la victoria o en la derrota. 

Pero no en el tenis. El público tiene que permanecer completamente en silencio durante cada punto, evitando de este modo que se desconcentren los jugadores durante los peloteos. 

Se puede animar, pero lo justo

El factor de animación sí está presente en el tenis, aunque de manera más escueta. Los presente en las gradas tienen la oportunidad de hacerlo en momentos concretos. 

Entre punto y punto, entre juegos o en los descansos, los que han pagado la entrada tienen la oportunidad de desatar la euforia sobre sus tenistas favoritos en esos precisos momentos. 

Sin embargo, no es habitual ver grandes ovaciones, sino que se hace de una manera algo más silenciosa salvo en momentos de locura total. Además, los jueces de silla no tardan en hacer callar el público si el desmadre continúa justo cuando va a empezar el punto.

Unas normas a las que se le unirá el coaching más pronto que tarde y que habrá que ver cómo afecta a los jugadores, que no están acostumbrados a relacionarse con sus entrenadores durante los partidos.

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