A falta de que Mbappé anime el cotarro en el mercado de fichajes francés, va a ser Neymar el protagonista de las próximas portadas y análisis. Sobre todo desde que, a partir del 1 de julio, su contrato haya pasado a ser de más duración sin que ni él ni el PSG hayan hecho nada.

L'Equipe ha informado de que el astro brasileño ha visto cómo su vinculación con el equipo parisino ha pasado de ser hasta 2027 de manera automática. Una cláusula de renovación que tenía en su contrato entró en vigor el último día de la pasada temporada, el 30 de junio, y dado que ninguna de las dos partes se sentó a cambiar esos términos, se ha activado esa prórroga.

De esta manera, Neymar ha pasado de tener contrato hasta 2026 a tenerlo hasta 2027. Es la segunda cláusula de este tipo que se activa en su vigente acuerdo, firmado en 2021 hasta 2025 inicialmente, pero tanto el año pasado como este se aumentó una temporada más de manera automática.

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Renovado... pero no cuentan con él

Lo curioso de esta continuidad, que suele ser común en según qué futbolistas y equipos, es que el PSG ya le comunicó a Neymar que no cuenta con él. La sonada continuidad de Mbappé y la falta de un protagonismo mayor por parte del brasileño (no tiene el rendimiento que esperaban) y unas ciertas notas de indisciplina le han puesto en la picota.

El jugador se siente también menospreciado, ya que ha visto cómo Nasser Al-Khelaifi se ha volcado en su compañero francés en la delantera para darle todos los galones posibles, mientras que a él no han hecho más que señalarle con el dedo. 

La noticia de esta renovación ha sido acogida de manera muy grata por los Neymar, que afirman que tendrá "una de las mejores temporadas de su carrera", pero aún queda un posible movimiento: que el PSG le ceda. 

El español Luis Campos, director deportivo del club, tendrá que decidir si encuentra un club a la altura de Neymar, que quiere ser protagonista en un año de Mundial para llegar al 100% a la cita en Qatar, o bien si va a seguir en el Parque de los Príncipes. Lo que parece totalmente descartado es que vaya a ser vendido a otro equipo, ya que el PSG espera recuperar los 222 millones que pagó al Barcelona en 2015 y, a día de hoy, no hay un comprador dispuesto a semejante dispendio por el futbolista de 30 años.