Jasper Philipsen (Alpecin) se ha impuesto en una 15ª etapa del Tour de Francia disputada bajo temperaturas de más de 40º entre Rodez y Carcassone. 

Fue un día marcado por las escapadas, primero del siempre valiente Wout Ban Aert (al que acabaron pidiendo desde el coche de su equipo, directamente, que se parara), y después del relevo de Nils Politt y Mikkel Honoré, que resistieron hasta el último tercio, cuando el pelotón les cazó. No faltó aquí el susto: dos manifestantes cortaron la carretera.

Nuevo intento de parar el Tour por protestas: dos individuos con botes de humo se tumban en la carretera en plena etapa

Pero también fue una jornada marcada por las caídas, que fueron especialmente crueles con el Jumbo Visma. Pasada la mitad de la jornada, en el 135 km, hubo una muy seria que se cobró el abandono de Steven Kruijswijk, con el hombro muy dolorido. Wout van Aert, Jakob Fuglsang y Martijn Tusveld, que pudieron continuar, pueden dar gracias.

Esta fue seria, pero la que hizo contener el aliento de los aficionados fue la siguiente. Tiesj Benoot y el líder Jonas Vingegaard se engancharon entre sí metidos en el grupo y se fueronn al suelo. Pese al susto, ambos pudieron seguir, si bien quedó claro que no era el día del Jumbo. 

A partir de ahí, la premisa fue obligada: cubrir al 'maillot' amarillo y evitar más sustos.

En el último tercio se empezaron a colocar las piezas para el ataque final, con el INEOS formando para intentar romper el pelotón y tratar de provocar abanicos o, quizá, directamente romper la posibilidad de que los del Alpecin o el Bora se llevasen la etapa. 

No fue suficiente. En un grupo muy numeroso para los metros finales, el más espabilado fue Philipsen, que casi ve cómo Van Aert le rompe los planes en una 'volata' de las que hacen afición.

Este lunes, tercer y último día de descanso en este Tour antes de las últimas cinco jornadas de competición seria además del último paseo por los Elíseos de París.