Vingegaard asesta el golpe final al Tour en el Hautacam con un épico triunfo marcado por la caballerosidad

Vingegaard celebrando su triunfo
Vingegaard celebrando su triunfo
EFE
Vingegaard celebrando su triunfo

Jonas Vingegaard ganará el Tour de Francia, salvo debacle absoluta. Así al menos lo demostró sobre las rampas del coloso Hautacam. En ellas, el danés del Jumbo dejó sentenciada la 'Grand Boucle' con un excepcional triunfo tras dejar sentado a Pogacar, que llegó tocado al tramo final tras una caída cuando enfilaba la carrera, en los últimos kilómetros del majestuoso puerto. 

Una vez más la ronda gala dejó una etapa llena de emoción. Una de esas en la que no se le puede pedir más a los grandes animadores de la carrera, aquellos llamados al protagonismo. 

Todo empezó con el incombustible Wout Van Aert, el líder del maillot verde, atacó de salida. No dio respiro a nadie y demostró porque es el líder de la regularidad, dando un verdadero show etapa tras etapa. Y pese a sus estériles intentos al inicio, acabó formando una fuga de quilates. 

Con compañeros de renombre como Thibaut Pinot, Diego Martínez o Enric Mas, formó durante las rampas del Aubisque un nutrido grupo de ciclistas lanzados a la aventura. Y para alguno ésta duró más bien poco, que se lo digan al propio Enric Mas, que se cortó al poco de coronar y se acabó dejando más de siete minutos en meta en una nueva jornada nefasta para él. 

Por detrás, Pogacar a todo trapo

Tadej Pogacar sabía que apenas le quedaban oportunidades para intentar asaltar el ansiado maillot amarillo, necesitaba buscar ese triplete que le igualase a Merckx. Y lo intentó por todos los medios, ataque tras ataque, demarraje tras demarraje, pero allí estaba el siempre atento Vingegaard. El danés del Jumbo demostró porqué es el líder del Tour de Francia, saliendo a cada una de las intentonas del esloveno pese a que le llevaban al límete. 

No le quedaba más remedio al jefe de filas del UAE que intentarlo en la bajada del Spandelles. En ellas, buscó el falló del incontestable líder y casi lo encontró. Bailó sobre la bicicleta Vingegaard para evitar una caída casi obligada.

No pudo zafarse de ella Pogacar, que encontró el duro asfalto tras trazar mal una curva cuando apretaba al límite. Y con ella encontró la caballerosidad del que ha sido su único rival en este Tour, del único que le ha batido en el mano a mano. Vingegaard, en un gesto que se recordará durante mucho tiempo, le esperó y, tras unirse en el mismo grupo, un apretón de manos selló la genial rivalidad que han tenido ambos.

El Hautacam, juez final

Aún quedaban las rampas del coloso Hautacam, el final de los Pirineos y de la alta montaña de este Tour. Con un soberbio Van Aert, que se encontraba en la cabeza de carrera junto a Pinot y Martínez, encontró el perfecto aliado Vingegaard para asestar el golpe definitivo.

Un acelerón del siempre portentoso ciclista belga dejó a su compañero solo en la cabeza, ante la impasible mirada de Pogacar que no podía hacer nada por seguirlos. La oportunidad perfecta para demostrar que ha sido el mejor durante las veintiún etapas y lo hizo levantando los brazos en solitario en una de las cimas más míticas del Tour de Francia, ese que ya roza con las yemas de los dedos y al que París le espera. 

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Etapa 18ª del Tour de Francia (Lourdes-Hautacam), en directo: última hora, ganador y resultado de Pogacar, Vingegaard y Enric Mas
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