La 7ª etapa de La Vuelta 22 dejó una nueva alegría para el ciclismo español. Jesús Herrada consiguió el segundo triunfo patrio de la carrera con un soberbio esprint tras una larga jornada de escapada. Contra pronóstico, el de Cofidis levantó los brazos en Cistierna.

La séptima etapa, catalogada de media montaña, se mostró como una durísima lucha entre el pelotón y los escapados. Inicialmente, fueron seis los fugados que intentaron la aventura con el beneplácito del masivo grupo. 

Samuele Battistella, Fred Wright, Jesús Herrada, Omer Goldstein, Harry Sweeny y Jimmy Janssens fueron los valientes que la integraron desde un principio. Por detrás, otros equipos como Euskaltel o Burgos BH intentaron filtrar a sus corredores, sin logar el premio.

Tras navegar con más de cuatro minutos de ventaja, el Alto de San Glorio se mostraba como gran juez de la etapa. En él, Omer Goldstein se descolgaba y, desde atrás, empezaba a subir el ritmo el pelotón para que los sprinters peleasen por el triunfo.

Sin embargo, el quinteto de cabeza no se dio por vencido en ningún momento y pese a los intentos de Trek o Bora, los fugados se mantuvieron firmes en cabeza. Con la tensión constante del acecho del pelotón, Herrada y compañía apuraron al máximo para evitar ser cazados. 

Y a falta de tres kilómetros para la meta, fue cuando se confirmó que podían llegar y llegaba el momento de ir afilando los cuchillos para pelear por la victoria. Y el español Jesús Herrada fue el mejor en eso.

En un agónico esprint, el manchego supo dar un último golpe de riñón para superar en la misma línea de meta a Samuele Battistella y Fred Wright para culminar la escapada de la mejor manera. Un triunfo que se une al conseguido por Marc Soler en la quinta jornada de la Vuelta.