Las jugadoras de la selección española femenina de fútbol quedaron concentradas este pasado lunes para preparar los duelos clasificatorios del Mundial 2023 que les medirán contra Hungría y Ucrania. Y lo que parecía ser una pacífica concentración saltó por los aires al conocerse que las capitanas del equipo se habían reunido con el seleccionador, Jorge Vilda, para pedirle su dimisión.

Al parecer, y según informa Marca, los malos resultados del equipo nacional, que no se corresponden con los éxitos a nivel de clubes, la clara separación entre titulares y suplentes y la baja calidad de los entrenamientos serían los motivos que han llevado al núcleo duro del equipo a tomar esta decisión drástica. No toda la selección comparte esta opinión, pero sí un grupo mayoritario.

La reunión entre jugadoras y seleccionador concluyó con la negativa de Vilda a dimitir, toda vez que su contrato, renovado tras la Eurocopa, expira en 2024.

La decisión, por tanto, queda ahora en manos de Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, que llega este martes a Madrid.

Respaldo por parte de Rubiales

Sin embargo, no parece que el máximo mandatario de fútbol español vaya a ceder ante las peticiones de las jugadoras, y es que Rubiales es uno de los grandes valedores de Vilda en la RFEF.

Así lo dejó claro en el acto de homenaje a las campeones del mundo sub-20 que se celebró este martes en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Aunque no mencionó en ningún momento la revuelta, sólo tuvo buenas palabras para el seleccionador: 

"Estoy muy orgulloso de ser presidente de la RFEF. Hay que reconocer que se ha apostado por el femenino. Recuerdo una llamada de Vilda en plena pandemia para seguir invirtiendo en esta parcela. Y se hizo. Se tiene a los mejores entrenadores, los resultados llegan. Estoy seguro que también llegará en la absoluta", dijo Rubiales, dejando claro su respaldo a Vilda pese a las protestas.