La llegada de Fernando Alonso a Aston Martin es un acontecimiento esperado por todos los seguidores del asturiano -y seguramente también por el propio piloto-, pues hastiados de los fallos constantes de Alpine, sueñan ya con una nueva etapa en la que puedan ver de nuevo su mejor versión. Lo cierto es que Alonso ha dado una pequeña muestra 'a bordo' de su nuevo coche, una primera toma de contacto con la que se ha adelantado a su llegada a la escudería inglesa.

En Singapur, donde se encontraba para la disputa de un Gran Premio en el que acabó fuera por problemas con el coche -otra vez-, el español aprovechó para participar en varios eventos promocionales, y fue en uno de ellos en los que tuvo la posibilidad de probar el vehículo de su nuevo equipo.

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El gigante financiero Citi, empresa que colabora con Alonso, le invitó a demostrar su virtud al volante en un simulador, un momento en el que el español aprovechó para aumentar el morbo en torno a su situación. Y es que Fernando, todavía piloto de Alpine, escogió el coche verde de la escudería de Lawrence Stroll para completar, ante un perplejo grupo de personas, el recorrido del circuito que luego recorrería con el Alpine A522. 

El veterano piloto español no podrá trabajar aún en su nuevo monoplaza hasta los test de la próxima temporada, pues está prohibido por el reglamento de la competición. Ahora, Alonso deberá centrarse en terminar el curso con una escudería con la que ya mantiene una guerra abierta.