Lo que para sus autores parecía una broma entre amigos y sin importancia, ha acabado siendo un bochorno que les ha obligado a pedir disculpas por su torpeza. 

Todo empezó cuando Iker Casillas tuiteó: "Espero que me respeten: soy gay", un tuit que en principio se interpretó como un mensaje a la prensa por publicar una supuesta relación del meta con la actriz Alejandra Onieva.

El que fuera su compañero en la selección española Carles Puyol siguió la 'broma': "Es el momento de contar lo nuestro, Iker", junto a los emojis del corazón y la cara que lanza un beso amoroso.

Tras el torrente de críticas que recibieron ambos jugadores por su escasa sensibilidad, Iker Casillas borró el primer tuit y explicó que su cuenta había sido objeto de un hackeo: "Cuenta hackeada. Por suerte todo en orden. Disculpas a todos mis followers. Y por supuesto, más disculpas a la comunidad LGTB".

Después fue Puyol el que pidió disculpas, aunque sin recurrir a la excusa del hackeo: "Me he equivocado. Perdón por una broma torpe sin ninguna mala intención y absolutamente fuera de lugar", dijo el exculé.

"Entiendo que puede haber herido sensibilidades. Todo mi respeto y apoyo a la comunidad LGTBIQA+", zanjó Carlos Puyol en su tuit.