Mundial

Así ha sido, penalti a penalti, la calamitosa tanda que ha mandado a España a casa ante Marruecos en el Mundial de Qatar

Busquets falla uno de los penaltis que han condenado a España ante Marruecos.
Agencia EFE / Alberto Estévez

Después de un intenso y disputado partido en el que ni España ni Marruecos encontraron forma de hacerse daño de verdad, más allá de ocasiones puntuales, la penúltima eliminatoria de octavos de final del Mundial de Qatar se vio inevitablemente abocada a concluir en la fatídica tanda de penaltis. Cuando el colegiado indicó el final de la prórroga, dos corrillos de jugadores, técnicos, médicos y demás personal de cada selección se congregaron, para elegir a los valientes que darían la cara  por su país en la lotería final. Mientras, alejado del mundanal ruido, Unai Simón repasaba una lista con los lanzadores marroquíes y sus preferencias, aunque de poco sirvió.

Por la cabeza de los jugadores de 'La Roja', del cuerpo técnico y de todos los españoles pasaban únicamente dos imágenes en bucle, acompañadas por las declaraciones de Luis Enrique. Primero, la más reciente, cuando España cayó en semifinales de la Eurocopa pasada por penaltis ante la eventual campeona Italia. La segunda, cuatro años atrás, en la cita mundialista de Rusia, ante la anfitriona. En la misma ronda, en la misma situación, España también se iba fuera. Y mientras, las premonitorias palabras del seleccionador sobre una suerte que se ha convertido en nuestra maldición: "Los jugadores deberían venir con mil penaltis tirados". Seguro que fueron unos cuántos menos, o necesitan lanzar otros mil más.

El capitán de España, Sergio Busquets, llegó tarde al sorteo de lanzamientos, quizá por la indecisión sobre la lista de lanzadores, quizá por no poder olvidar las palabras de Luis Enrique. Se produjo el sorteo, y Marruecos se hizo con la iniciativa en la tanda. España lanzaba segunda, pero Unai Simón estaba más preocupado de bromear con Bono, viejo conocido de La Liga, con quien iba abrazado hacia la portería. Recordó a Chiellini, entre risas, provocando a Jordi Alba antes de la tanda frente a los italianos en 2021.

Ya frente al balón, el primer jugador marroquí en lanzar fue Sabiri, que ya se erigió en héroe para su combinado en el primer partido de la fase de grupos. Apenas miró a Unai Simón, y no le hizo falta. Conforme echó a correr hacia el balón, Unai ya había decidido vencerse a la izquierda del marroquí, que giró el tobillo y la colocó al otro lado del portero. Era el turno de España, y la responsabilidad del primer lanzamiento recayó en Sarabia, uno de los mejores lanzadores españoles. Bono le esperaba agachado, dentro de la portería. Llegó el momento del duelo, y el balón se estrelló en el palo. Aunque Bono había adivinado el lado, ese disparo de Sarabia le habría superado, pero se topó con la madera. Luis Enrique le sacó para eso, era el especialista, pero no cumplió con su trabajo.

La selección española lleva un tiempo careciendo de capacidad en sus jugadores para reponerse mentalmente ante la adversidad. Se vio ante Alemania, después ante Japón, y hoy en los penaltis con Marruecos. Ziyech fue el segundo en lanzar para los norafricanos, y definió como el crack que es. Al centro, fuerte y sin miramientos. Volvía España a plantarse en el punto de penalti, esta vez era Soler, el mejor del país en esta lid. Y tampoco fue capaz. Como desganado, avanzó sin carrerilla hacia el balón, con los brazos en jarra, y sacó un disparo sin potencia ni colocación que no inquietó a Bono.

La fortaleza mental española se diluyó como un azucarillo en el agua. Ni siquiera la parada a Benoun de Unai Simón, que fue el único que cumplió, dio alas de nuevo a sus compañeros. Busquets, el capitán, asumió la responsabilidad de reenganchar a España a la tanda, pero se le vio tan perdido como en el sorteo previo. 'Busi' siguió el ejemplo de Soler, y tiró sin fuerza, sin ganas y sin carrerilla, sepultando cualquier mínima esperanza que quedase en los corazones españoles. Achraf Hakimi terminó de abrir la herida con un penalti 'a lo Panenka' mediocremente ejecutado, pero efectivo.

Se acabó la aventura mundialista española en Qatar de la misma forma que vienen acabando los mundiales para España desde que se ganó en Sudáfrica 2010 el derecho a bordar una estrella dorada encima de su escudo, en decepción. Y, con ello, lo que comienza es el periodo de reflexión y especulación sobre el banquillo, la RFEF en sí misma, y una generación de jugadores que quizá no poseen las condiciones para competir en la élite más absoluta.

¿Crees que Luis Enrique debe seguir como seleccionador español?

loading...