Leo Messi se preparaba para alzar al cielo de Qatar la Copa del Mundo tras ganar este domingo a Francia en la final del Mundial cuando el protocolo qatarí alteró los planes del futbolista argentino: le iban a colocar una capa negra a los hombros para completar ese emocionante momento.

Se trata del besht, una especie de túnica tradicional qatarí destinada únicamente a las élites o a figuras muy destacadas, una prenda que luce el mismísimo emir de Qatar Tamim bin Hamad Al Thani durante el día nacional del país, que se celebró este domingo 18 de diciembre, coincidiendo con la final del Mundial.

Durante esa festividad nacional, no solo el emir Tamim bin Hamad Al Thani luce el besht, también acostumbran a portar esa prenda las autoridades más importantes del emirato, como los miembros de gobierno.

A pesar de la cara de sorpresa de Messi, y quizás más del patrocinador de la selección argentina, Adidas, que vio cómo su logo desaparecía de las pantallas de televisión en un momento histórico, el besht supone un gran honor para la persona que lo recibe y fue un detalle que el emir de Qatar quiso tener con el capitán de la selección campeona del mundo.

La colocación de esa prenda también indignó a buena parte de los aficionados argentinos porque tapó la camiseta de su selección y también el escudo que Messi lucía en el pecho.