La misión del Atlético en la Copa del Rey: despejar las dudas ante un sólido Arenteiro disfrazado de 'matagigantes'

Desde que el Atlético de Madrid ganó su último título del torneo en 2013, la Copa del Rey no había sido un objetivo tan nítido como ahora. El torneo del K.O. es un reto que los de Simeone encaran ahora a presión, contra sí mismos, y contra el Arenteiro en la fortaleza de O Espiñedo.

No hay lugar para las celebraciones hoy por hoy en el Atlético, y menos aún en la Copa de esta campaña. Después de la eliminación de la Champions, sin con el consuelo de la Europa League, cada mensaje, cada autocrítica, cada mirada al futuro ha incluido al torneo. "Llevamos tiempo sin jugar una final y debe ser un objetivo importante de la temporada", trasladó Miguel Ángel Gil Marín tras el golpetazo en Oporto que lo expulsó Europa el pasado noviembre.

La competición, tan crucial en la historia del Atlético, ha retomado el protagonismo, porque la obsesiva persecución de la Champions deberá esperar hasta el año que viene y porque la pugna por la Liga es tan ajena como lo indican sus 13 puntos de desventaja con el liderato.

En esas circunstancias, surge la visita del Atlético a O Carballiño sin ninguno de sus campeones del mundo (Rodrigo de Paul, Ángel Correa y Nahuel Molina), sin el subcampeón Antoine Griezmann y con un nombre por encima de todos: Joao Félix. Es la incógnita.

Su idea es salir del Atlético este invierno. Es público. Faltan las ofertas, que deben superar los cien millones de euros. Más allá de eso, el portugués ya se incorporó al trabajo el viernes -tras las vacaciones que han disfrutado los mundialistas- y Simeone probó con él directamente en el once, pero una indisposición lo apartó del entrenamiento del martes.

La sesión vespertina de este miércoles será la prueba definitiva de Joao, la que determinará si forma de inicio contra el Arenteiro (campeón de la Copa Federación y líder de su grupo de Segunda RFEF). Un equipo que llega a este partido con dos avisos para los atléticos, el que dieron ante el Valencia la pasada edición, forzando la prórroga, y la eliminación del Almería en la ronda anterior.

El conjunto gallego buscará repetir la gesta que logró ante el equipo andaluz y, para ello, se apoyará en su solidez en O Espiñedo, donde únicamente el histórico Compostela logró ganar esta temporada. Durante esta semana, el equipo ha ensayado unos hipotéticos penaltis, una muestra de que confía en dar la sorpresa.

Sin los citados finalistas del Mundial, sin Matheus Cunha (rumbo al Wolwerhampton) y con la duda de Geoffrey Kondogbia, indispuesto los últimos dos días, Simeone tiene trazado su once, pendiente de Joao Félix: Jan Oblak; Marcos Llorente, Stefan Savic, José María Giménez, Mario Hermoso, Yannick Carrasco; Koke Resurrección, Axel Witsel, Thomas Lemar (su posición en el medio campo o en el ataque dependerá de la disponibilidad o no del atacante portugués), y Álvaro Morata. La alternativa a Joao sería Saúl Ñíguez.

Una alineación completamente reconocible, que podría iniciar cualquier partido de LaLiga o de la Champions, con siete mundialistas en Qatar 2022 y que delata la trascendencia y la ambición con la que el Atlético asume esta edición de la Copa del Rey. Es el aliciente más claro, quizá el único, ya esta temporada