La salida de Joao Félix del Atlético de Madrid, aunque vaya a ser una solución temporal, ha armado mucho revuelo y ha avivado los debates sobre la relación del portugués con Simeone, dejando muchas incógnitas en el aire. Sin embargo, en el Chelsea su llegada ha sido recibida con entusiasmo, como agua de mayo para un equipo que deambula por la zona intrascendente de la tabla en la Premier League.
Tras el despido de Tuchel, Graham Potter se hizo cargo del banquillo londinense, pero ha sido incapaz de mejorar la situación de un equipo con una plantilla envidiablemente talentosa. Por ese motivo, no es de extrañar que se haya deshecho en elogios a Joao Félix nada más hacerse oficial la cesión: "Es un jugador de calidad, va a marcar la diferencia en ataque y estoy deseando de empezar a trabajar con él".
"Es joven y tiene mucha experiencia. Nos ha dado a todos un impulso", reconoció en rueda de prensa el preparador inglés, que necesitaba un estímulo así para reactivar al vestuario. Con las lesiones de Sterling y Pulisic, y sin contar con jugadores como Ziyech o Aubameyang que apenas entran en los planes de Potter, Joao Félix ha aterrizado en un gran club en el contexto idóneo para probarse a sí mismo, para contar con minutos en un entorno completamente renovado, y para demostrar si el 'Cholo' se equivocaba.
"Llevo tiempo al tanto de la operación, pero con las lesiones que hemos tenido, hemos acelerado a por ello. Es bueno tenerle aquí y que pueda entrenar ya con nosotros" añadió Potter, visiblemente contento con el fichaje del luso, desvelando de paso que no se trata de una operación fortuita. Atlético y Chelsea llevan trabajando varias semanas para alcanzar este acuerdo final, y la necesidad de ambos ha posibilitado que se efectúe.
Serán solo seis meses, en los que el Chelsea pagará 11 millones más el salario completo de Félix, pero todas las partes salen ganando a corto plazo. El Atlético gana tiempo para gestionar y solucionar definitivamente el problema, el Chelsea logra un refuerzo revitalizante sin compromisos, y el futbolista podrá jugar en su posición ideal, ya que el Chelsea tampoco cuenta con delanteros centro bien definidos, ni juega con delanteros puros. Es su turno para brillar, o estancarse en la etiqueta de 'eterna promesa'.
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