La última edición de la final de Champions entre Real Madrid y Liverpool, en París, estuvo marcada por los incidentes provocados en los aledaños de Saint-Dennis antes y después de un encuentro que tuvo que retrasarse durante media hora debido a los innumerables robos que sufrieron los miles aficionados del conjunto red que estaban esperando en la puerta de entrada para poder acceder al estadio.

Estos hechos provocaron que hubiese un aluvión de críticas sobre las autoridades de la ciudad y, sobre todo, hacia la UEFA por la falta de seguridad que había en los aledaños del estadio francés. Por ello, el máximo organismo del fútbol mundial encargó realizar un informe independiente, encabezado por Tiago Brandao Rodrigues, para investigar lo sucedido en la ciudad parisina.

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Tras ser publicado dicho informe, el ente que preside Ceferin sería el máximo responsable de lo sucedido momentos previos a la gran final de la Champions y se exoneraba por completo a los aficionados del Liverpool que, supuestamente, habían llegado tarde a los accesos de Saint-Dennis provocando las aglomeraciones y los altercados con la Policía.

El documento afirmó: "El panel se queda con una sensación de verdadera preocupación por la falta de visión de lo que ocurrió el 28 de mayo y por no reconocer el papel de las autoridades''. El informe indicó que ''la UEFA, como propietario del evento, tiene la responsabilidad principal por los fracasos que casi conducen al desastre'' y recalcó que ''algunos altos cargos del organismo permitieron lo que podría haber sido una catástrofe de muertes masivas''. 

Theodore Theodoridis, secretario General de la UEFA, agradeció ''el trabajo realizado al panel'' y pidió ''disculpas a todos aquellas personas que fueron afectadas por los acontecimientos'' que se desarrollaron en lo que debería haber sido una celebración en el punto culminante de la temporada de clubes: "En particular, me gustaría pedir disculpas a los seguidores del Liverpool por las experiencias que muchos de ellos tuvieron al asistir al partido y por los mensajes lanzados antes y durante el partido que tuvieron el efecto de culparles injustamente de la situación que llevó al retraso del saque inicial", señaló en un comunicado en la web de la UEFA, que "anunciará por separado un plan especial de reembolso para los aficionados".