El doble rasero de las aficiones rivales con el Real Madrid: odiado en España, venerado en Europa

  • El Liverpool hizo homenaje al malogrado Amancio y fans de ambos equipos se cantaron mutuamente al finalizar el encuentro.
  • El respeto que muestran los rivales europeos en las visitas de los merengues dista mucho de los recibimientos hostiles cargados de odio que reciben los blancos en España.
La afición del Liverpool, cantando en Anfield durante el partido.
La afición del Liverpool, cantando en Anfield durante el partido.
Agencia EFE
La afición del Liverpool, cantando en Anfield durante el partido.

Que la historia del Real Madrid no sería la misma sin la Copa de Europa es una evidencia tan grande como que la Copa de Europa no sería nada sin el Real Madrid. Además, los blancos también reinan en España en el campeonato doméstico con holgura en el palmarés. Sin embargo, esa hegemonía no es reconocida de la misma forma por todo el mundo.

Fuera de España es el ejemplo a seguir, el rival a batir, la máxima aspiración para cualquier equipo. En nuestro país, en cambio, es considerado por todos aquellos que no lo apoyan como un tirano que influye en los árbitros al que hay que destruir y derribar por el bien del fútbol, más por una creencia mal arraigada en el colectivo futbolístico, por tradición, que por auténtica convicción.

Un cambio de relato inexplicable a todas luces, más allá del evidente antimadridismo del que hacen gala muchas aficiones españolas por el simple hecho de ir contra el más grande. La eterna historia de David contra Goliath, aunque en este caso el gigante no haya hecho nada más que competir y ganar más que nadie, una forma de ser molesta para los equipos patrios, pero admirable para los europeos. 

El trato que reciben los blancos por parte de las aficiones rivales alrededor del viejo continente dista mucho del que reciben de parte de los seguidores rivales en sus salidas por España, y más allá de conjeturas varias, no existe una explicación empírica para ello.

Seguidores madridistas alientan al equipo antes del decisivo duelo en Anfield.
Seguidores madridistas alientan al equipo antes del decisivo duelo en Anfield.
Agencia EFE

El mejor ejemplo de esta realidad, exacerbada en el último año y medio por la irrupción de Vinícius Jr. como jugador estelar (perseguido por las aficiones de España en cada estadio que visita), es el pasado partido ante el Liverpool. Para empezar, dos leyendas del club como Kenny Dalglish y Billy Hogan ofrecieron a la grada visitante de los merengues una corona de flores en honor a Amancio Amaro, presidente de honor del Real Madrid fallecido el mismo martes por la mañana.

Un homenaje que llegó al corazón de los madridistas presentes en Anfield; una muestra de respeto y admiración de un club histórico, uno de los grandes de Europa, para el más grande de todos ellos. En cambio, si hablamos de homenajes, aquí en España los ejemplos son mucho menos agradables. 

Sin ir más lejos, la afición del Atlético de Madrid 'boicoteó' el recuerdo a Alfredo Di Stéfano al comienzo de la Supercopa de España en 2014, en el Santiago Bernabéu, con gritos para otra leyenda como Luis Aragonés que jamás habría aprobado esa falta de respeto a un grande contemporáneo suyo como 'La Saeta Rubia'.

Volviendo al presente, el homenaje a Amancio no fue la única muestra de hermanamiento y respeto entre ambas aficiones. Aunque los 'reds' cayeron en casa por un 2-5 estrepitoso, no se escuchó un solo insulto de ningún tipo hacia ningún jugador del Real Madrid, no hubo altercados en la grada ni cánticos desagradables. De hecho, los dos balones de oro del conjunto español salieron ovacionados de Anfield, primero Luka Modric y después Karim Benzema.

Sin embargo, la cosa no acabó ahí cuando acabó el partido. Tras el pitido final, y como suele ser habitual en una afición tan entregada como la de 'The Kop', los fans del Liverpool permanecieron en el estadio para aplaudir a sus jugadores... y a los del Real Madrid, que se acercaron a saludar a los fieles que les acompañaron hasta Inglaterra. Una imagen curiosa, la de los colores rojo y blanco aplaudiendo el gran partido de los merengues.

Para acabar, y como muestra de ese respeto mutuo entre ambas aficiones y entidades, los aficionados madridistas presentes en Anfield devolvieron el aplauso y corearon el nombre del Liverpool hacia las gradas 'reds', incluso mientras abandonaban el estadio. Dos equipos europeos de primerísimo nivel, con una rivalidad histórica acrecentada en tiempos recientes, y sin embargo ejemplo de lo que debería ser siempre el fútbol. Los más grandes, dando ejemplo al mundo.

Un ejemplo que debería aplicarse más de una afición en España. Es obviamente legítimo pitar y abuchear a quien se considere, pero el odio y el insulto no deberían tener cabida en ningún estadio, ni contra el Real Madrid ni contra nadie. En Europa dan la bienvenida a los blancos, en España los repudian. Se ha podido comprobar en el Camp Nou o en el Cítivas Metropolitano, donde siguen siendo injustificable a pesar de la rivalidad los cánticos que aguantan club y jugadores, especialmente Vini, pero también se ha podido comprobar en Mallorca, en Sevilla, en Valencia... y siempre contra el mismo equipo

Un patrón que se repite dentro de nuestras fronteras, se esfuma en el extranjero, y arroja una serie de preguntas: ¿Qué ha hecho el Real Madrid para recibir ese trato en España y no en Europa? ¿Por qué al Real Madrid y solo a ellos? La hostilidad no parece que vaya a suavizarse en los próximos tiempos, y menos con la presencia de figuras como Cristiano Ronaldo o Vinícius Jr., que polarizan a los aficionados hasta el extremo, pero debería reducirse la agresividad y el odio que destilan las aficiones rivales contra el Madrid por el bien del juego limpio y los valores que pretende transmitir un deporte tan global como el fútbol.

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