La primera jornada de test de pretemporada de Fórmula 1 en Bahrein ha dado mucho de sí, pero sobre todo ha sido una jornada ilusionante. Esa es la palabra, ilusión, que mejor puede definir lo vivido este jueves en Sakhir, en el estreno de la que promete ser una temporada apasionante, porque Fernando Alonso, en su estreno con el AMR23, ha hecho magia una vez más, y probablemente no será la última. Sencillamente espectacular, increíble y sorprendente lo conseguido hoy, porque alimenta las fantasías hasta del más pesimista de sus aficionados.

Lo de Fernando Alonso a sus 41 años, como decimos, no tiene nombre. Tras una sesión caótica en la que Aston Martin dañó el fondo plano de su coche en un ensayo de parada en boxes y retrasó casi dos horas su incorporación a pista, el asturiano ha firmado una sesión de entrenamientos de pretemporada memorable. Es el primer día, reina la prudencia, todos los equipos prueban en secreto los elementos que más les inquietan, y no se pueden sacar conclusiones sobre el potencial de ninguna escudería, pero su AMR23 cruzó meta en segunda posición, a solo 29 milésimas del campeón del mundo, Max Verstappen.

Tan solo 29 milésimas con respecto al mejor piloto y al coche más dominador de los últimos años, dejando a más de cuatro décimas a los Ferrari y a Hamilton. El neerlandés firmó mediada la segunda sesión de la jornada un 1:32:837 que parecía imbatible, y además acumuló más de 150 vueltas en el Red Bull. A su rollo, sin presión ni agobios, acumulando rodaje para descansar después y dejarle todo el espacio a Checo Pérez, refinando el coche y sus reglajes para la puesta de largo el día 5.

Sin embargo, Alonso puso a prueba sus sensaciones y las prestaciones de un coche sobre el que todo son rumores, susurros en el paddock y esperanzas al aire, pero todos positivos. Y los confirmó, al menos hasta el punto que permiten unos test que no siempre son fiables, porque se llevó el tiempo récord del tercer sector del circuito de Sakhir y firmó un 1:32:866 de ensueño para lo que se podía esperar, sobre todo comparado con el desempeño de su 'compañero provisional'. Si no se le llega a ir un poco el coche en la última curva, habría sido el primero.

Felipe Drugovich, inexperto en Fórmula 1, tuvo que suplir a un Stroll del que no se sabe aun si regresará a tiempo para el primer Gran Premio, y no lo hizo mal del todo viendo los tiempos de la primera parte de la sesión, en la que fue séptimo con un 1:34:564. Los tiempos fueron mejorando, lógicamente, y cayó hasta la decimocuarta plaza, a más de segundo y medio de Fernando. La diferencia entre ambos es evidente, pero Alonso se encargó de evidenciarla aún más, dejando al descubierto también que el Aston Martin puede tener más de un truco guardado todavía, como él.

En esa primera sesión también rodó Carlos Sainz, el primero de los Ferrari y el mejor de ellos a la postre, aunque quedaron tercero y cuarto respectivamente, a 14 milésimas de distancia entre el español y Leclerc, y a 4 décimas de los punteros Verstappen y Alonso. Hamilton también exprimió el nuevo Mercedes aunque no registró tiempos tan llamativos y quedó sexto, por detrás de un Lando Norris que salvó los muebles de McClaren en este primer día.

Williams, junto a Fernando Alonso, fue la sorpresa más llamativa de los primeros test. La legendaria escudería británica metió a sus dos coches en el top 10, y presente sus credenciales a dar un pasito hacia delante y asentarse en la zona media de la tabla. Mientras Aston Martin y Williams, quizá Alpha Romeo en menor medida, parecen haber avanzado, Alpine, Haas o Alpha Tauri han tenido muchos más problemas y ha retrocedido uno, o varios peldaños, y tienen todavía mucho trabajo por delante.

Independientemente, los tiempos de este jueves no son significativos, y lo verdaderamente importante es el kilometraje (Alonso ha superado las 60 vueltas a pesar de los inconvenientes del inicio de la sesión), la correlación en pista de los datos del túnel de viento y las sensaciones. Sin embargo, tanto los tiempos como el resto de elementos han coincidido en esta sesión, y llevan haciéndolo de un tiempo a esta parte, en ser muy positivos y esperanzadores con el rendimiento de Aston Martin este año. 

En estos primeros test, Fernando Alonso ha dado un puñetazo sobre la mesa. El escepticismo sobre el nuevo Aston Martin siempre ha acompañado a la ilusión y la esperanza que han transmitido desde Silverstone desde que llegó el ovetense, que este jueves ha reavivado la llama de 'La Misión'. El coche parece rápido, Fernando ha confesado estar en un momento óptimo de su carrera, y ni siquiera inconvenientes de último momento han podido estropear su primera toma de contacto. 

Muchos equipos se siguen guardando ases en la manga, otros no han probado todos su potencial, pero nadie esperaba un desempeño así del Aston Martin, ni siquiera en manos de 'Magic'. Si el trabajo de toda la temporada sigue el camino que ha señalado Fernando en Sakhir, si nada se tuerce en exceso a pesar de los contratiempos que depare el Mundial, como a todos, Aston Martin está aquí para competir de la mano con Alonso, y para mirar a la cara a los pesos pesados pesados de la parrilla.