Ya es oficial. La pretemporada 2023 del Mundial de Fórmula 1 ha llegado a su fin, tras una última jornada muy ilusionante para Aston Martin y Fernando Alonso, que cerraron sus test con un simulacro de carrera muy positivo a nivel de tiempos y regularidad. Aun así, los Red Bull parecen imparables e inalcanzables, ya que Checo Pérez registró el mejor tiempo de la semana (1:30:305) con un neumático blando, pero más duro que el de Hamilton, segundo (1:30:664).

Además del increíble crono del Red Bull, que podría haber sido aún más salvaje de haberse encontrado Max Verstappen a los mandos, la fiabilidad también parece su fuerte, después de rodar 133 vueltas este sábado. Enseñan los dientes los vigentes campeones, para intimidar desde el principio a los que están llamados a contestar su superioridad: Ferrari y Mercedes.

La marca alemana intentó impresionar primero con Hamilton, pero se vieron superados a pesar de emplear el juego de gomas más blando (C5) que no estará disponible en el Gran Premio de Baréin. El C4 tampoco, pero la diferencia debería ser notable. Mal síntoma que empeora si analizamos el tiempo final de Russell, octavo justo por delante de Fernando Alonso (1:31:450), a 8 milésimas. Sin embargo, el inglés utilizó esas ruedas C5, mientras el asturiano lo hizo con las Pirelli C4.

Además, hoy la cabeza del bicampeón mundial y de su escudería estaban puestos casi por completo en el simulacro de carrera. Y le salió bien, muy bien de hecho, si atendemos a las palabras de Pedro Martínez de la Rosa, embajador de Aston Martin, muy contento tras finalizar la sesión: "Estamos sorprendidos con la poca degradación que han sufrido nuestros neumáticos". 

Alonso estuvo promediando tiempos entre el 1:39 y el 1:38 en su primer 'stint', pero lo más positivo sucedió cuando coincidió en pista con el simulacro de carrera de Carlos Sainz. Mientras el piloto ovetense logró rebajar aun más sus tiempos, promediando el 1:37-1:36 y demostrando lo confirmado por De la Rosa, con el mismo juego de ruedas Sainz y su Ferrari no pudieron bajar de 1:38. 

Muy buenas noticias para terminar de refrendar las increíbles sensaciones de un Aston Martin que, en manos de Fernando, podría dar la sorpresa y atacar a Mercedes y Ferrari. Red Bull siguen siendo palabras mayores. Y muy malas noticias para Ferrari, que no ha hecho más que confirmar que sufre un problema de degradación de neumáticos absurdamente desproporcionado respecto al resto de la parrilla. Sainz lo intentó todo, y de hecho estuvo junto a Leclerc en la parte alta cuando fueron a buscar tiempos, pero la parte crucial de sus test no salió como esperaban.

Al menos ya saben cuál es el problema, porque después el coche parece veloz, a la altura como mínimo de Mercedes. Poco consuelo teniendo en cuenta que ambas parecen sufrir problemas, unos de desgaste de neumáticos, los otros de aerodinámica, y que ven su posición amenaza por Aston Martin en lugar de ser ellos quienes desafíen a Red Bull.

Aun así, para el aficionado, son grandes noticias en general, porque la parrilla apunta a estar más apretada que nunca. Aston Martin ha dado unos cuántos pasos adelante, a falta de que todas esas sensaciones se materialicen en resultados, y ha crecido muchísimo respecto a la pasada temporada, pero no han sido los únicos. 

Tanto Alfa Romeo como Williams, incluso Haas parecen haber encontrado mejoras sustanciales, y están dando caza en potencial y rendimiento a Alpine y McClaren, las mayores incógnitas de la parrilla a una semana de que arranque el Mundial 2023. La del AMR23 de Alonso es otra de ellas, pero parece ir despejándose a base de esfuerzo y talento, confirmando día a día que son una sorpresa más agradable de lo que muchos podrían haber esperado. 

El 'Gran Circo' levanta el telón de la nueva temporada en cinco días, el viernes 3, con los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Baréin, y dará el pistoletazo de salida ese domingo, día cinco. Para entonces, cualquier coincidencia con los test de pretemporada será pura coincidencia... ¿o no? Aston Martin y Fernando Alonso quieren mirar a la cara de los más grandes, y Carlos Sainz llevar a Ferrari de vuelta al trono mundial. Ya rugen los motores.