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Alonso y Sainz piden permiso para soñar en Baréin: qué opciones reales de podio tienen

Fernando Alonso, quinto para la carrera del domingo en Sakhir.
Fernando Alonso, quinto para la carrera del domingo en Sakhir.
Getty Images
Fernando Alonso, quinto para la carrera del domingo en Sakhir.

Las palabras de elogio para Fernando Alonso empiezan a agotarse después de otra muestra más de su maestría al volante para salir quinto, justo por detrás de Carlos Sainz, en la primera carrera del Mundial 2023 de Fórmula 1. El Gran Premio de Baréin (16.00 horas), en el que los Red Bull, y especialmente el vigente campeón Max Verstappen han dominado como el pasado año, al menos hasta la clasificación, promete sin embargo ser el principio de una 'guerra total' por el trono del automovilismo mundial, protagonizada por cuatro escuderías y dos pilotos españoles.

El primer asalto se disputa este domingo, y la parrilla no podría estar más caliente. Aunque se corra de noche en pleno desierto, la temperatura no hará más que aumentar en las 57 vueltas que dura la carrera por el trazado de Sakhir (5'412km), y no es para menos. Hacía años, décadas, que no había hasta siete pilotos, que se dice pronto, con opciones medianamente realistas de ganar el primer Gran Premio de la temporada.

Los Red Bull han 'secuestrado' la primera línea de parrilla, con el comandante en jefe Verstappen en la pole secundado por un escudero, Sergio Pérez, que amenaza ya desde el inicio con rebelarse contra el statu quo en la escudería austríaca. Su dominio parece inquebrantable, especialmente el de 'Mad Max', y solo parece haber un hombre, como comentan propios y extraños en el paddock, que pueda plantearle el reto y pararle los pies este domingo.

Y no, no se trata de Charles Leclerc, ni siquiera de Carlos Sainz, que salen tercero y cuarto. Segunda línea conquistada por Ferrari, refrendando que son el principal 'rival' de Red Bull, pero con problemas todo el fin de semana... y los que les quedan por venir. El 'cavallino rampante' sufre una degradación de neumáticos abismal respecto a los Red Bull, y el propio Helmut Marko les ha descartado como amenaza a su hipotética victoria. Aun así, Sainz estuvo penalizado en sus dos intentos, y Leclerc apenas disfrutó de uno, por lo que podrían encontrar alguna solución en su estrategia de carrera para asaltar a los 'toros rojos', compensando la gran pérdida en sus gomas.

En el polo opuesto, justo detrás de ellos, y saliendo por la parte limpia de la pista, aparece ese hombre del que hablábamos, o más bien un mago al volante. La salida siempre ha sido uno de los fuertes de Fernando Alonso (Montmeló, 2013), y espera hacer de esa suerte un arte que le aúpe a una posición cercana a los Red Bull. Aston Martin está en las antípodas de Ferrari a nivel de degradación, siendo el único bólido capaz de igualar y mejorar los valores de Red Bull en ese sentido. De hecho, ha demostrado en tandas largas 'sufrir' de degradación negativa: cada vuelta gira más rápido, compensando la pérdida de neumático con la de gasolina.

En esas tandas largas, el sorprendente AMR23 calcaba los tiempos, en manos de Alonso, del mismísimo Verstappen, que le metió seis décimas en la clasificación. La carrera será otra historia completamente distinta, y en Red Bull lo saben, porque además del ritmo en carrera y la degradación, Aston Martin tiene otro as bajo la manga: son el vehículo con mejores cargas aerodinámicas de la parrilla, y los que mejor aprovechan las curvas medias y lentas.

Si logran compensar la velocidad punta y en curva rápida de Red Bull, la batalla está más que servida, aunque nadie debería olvidarse por supuesto de Ferrari, ni de Mercedes tampoco. Aston Martin les ha batido a las primeras de cambio, estando motorizados por el fabricante alemán, y buscarán recuperar el terreno perdido. Siempre son los que más se esconden, y son la gran incógnita de la carrera del domingo, especialmente un Hamilton incómodo con su nuevo Mercedes, tanto que acabó por detrás de Russell.

Red Bull y Ferrari cuentan con un juego más de gomas blandas nuevas en su haber, y lógicamente adelantar en Sakhir, aunque es posible, este año no es tan fácil por la reducción de la zonas DRS. Aun así, y a pesar de ese diferencial negativo en la velocidad punta, el adelantamiento es otro arte que Alonso domina a la perfección, y tendrá sus mejores oportunidades a la salida de la curva 2, y de la última curva del circuito, más allá evidentemente de la salida.

Se acabó el tiempo para elucubrar, rumorear, hacer probaturas o buscar la cuadratura del círculo. Ha llegado la hora de la verdad, y no sirven de nada los lamentos, la esperanza o la frustración. Ahora, solo sirve pasar a la acción, a demostrar el potencial de cada uno, y ese es el motivo por el que Fernando Alonso sonríe. Vuelve a pilotar un coche potente, veloz, fácil de conducir, competitivo... y con mucho margen de mejora. 

Alonso sabe que este domingo, si logra pasar a los Ferrari (esperemos que Sainz también se una a la batalla por el triunfo), el podio y la pelea por la victoria son suyos, y nada ni nadie se lo podrán negar esta vez. Pero, sobre todo, sabe que esta es la primera batalla, y que por fin podrá ir a la guerra de las 23 carreras, a la guerra por las victorias y los podios, y quién sabe... la guerra por el campeonato del mundo. Se apaga el semáforo, rugen los motores... empieza el Mundial 2023 de Fórmula 1.

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