Alonso y Sainz ganan posición en el GP de Arabia Saudí 'sin correr' por la sanción de 10 puestos en parrilla para Leclerc

Se acumulan las buenas noticias para Fernando Alonso de cara al Gran Premio de Arabia Saudí de este fin de semana, incluso para Carlos Sainz, aunque en menor medida, porque ganarán sin necesidad de correr un puesto en la parrilla del domingo. 

Ferrari, eso sí, no está teniendo el arranque de campeonato soñado, y el piloto madrileño deberá exprimir al máximo el SF-23 pero con mucho tacto y cuidado si quiere cuajar una buena carrera en Jeddah, o de lo contrario podría acabar como su compañero de equipo, Charles Leclerc, sancionado con 10 puestos de penalización de cara a la carrera.

Al piloto monegasco las noticias que se le acumulan son todas negativas. Más allá de esa falta inicial de prestaciones y rendimiento en Ferrari, Leclerc ha sufrido todos los problemas posibles en el inicio de Mundial. En la clasificación del Gran Premio de Baréin, inaugurando el campeonato, el de Montecarlo no pudo realizar dos intentos en la Q3, así para empezar.

Las cosas fueron a peor aquel domingo, cuando se vio obligado a sustituir antes de la prueba la centralita electrónica de control de la unidad de potencia, un elemento del monoplaza del que la FIA sólo permite justamente un cambio en toda la temporada. Leclerc lo gastó antes de correr en Sakhir, y cuando contaba con todas las opciones de sacar un podio, el SF-23 volvió a fallar. La misma pieza volvió a fallar, y él abandonó.

Como consecuencia, Leclerc se ha visto obligado a infringir la normativa FIA para poder competir en Jeddah, aunque deberá hacer frente a esa sanción de 10 posiciones en la parrilla del domingo a cambio tras instalar en su coche por tercera vez el mismo componente fallido. Así, Ferrari suma a sus problemas de degradación unos problemas de fiabilidad que parecían erradicados a finales del campeonato de 2022, pero que han regresado antes de lo previsto, y quién sabe si para quedarse.

Así las cosas, Leclerc sigue sufriendo en un Mundial 2023 que prometía ser otra cosa para él. Quiere ganar, si puede ser con Ferrari, pero cada vez lo tiene menos claro. Por un motivo u otro, uno de sus puntos fuertes como es la clasificación, el correr a una vuelta dándolo todo, no le está dando los frutos esperados. Aunque haga la 'pole' el sábado, sabe que saldrá, como mínimo, undécimo, y eso en una parrilla tan apretada como la de este año, especialmente en la zona media, penaliza demasiado.

Mientras el paddock 'arde', en Aston Martin hay un piloto que se frota las manos. Puede que el AMR23 funcione mejor de lo esperado en Jeddah, y sus rivales están más pendientes de apagar fuegos internos que de desarrollar sus monoplazas. Todos, salvo Red Bull, que sigue a lo suyo, pero mirando el retrovisor por si acaso. Un obstáculo menos para Alonso, que podría por fin medirse cara a cara con Max Verstappen, como ambos llevan tiempo deseando.