El Real Madrid selló su billete para los cuartos de final de la Champions League de una manera a la que, últimamente, no estaba acostumbrado el Santiago Bernabéu. Tras el 2-5 de la ida, el conjunto blanco no especuló, evitó los sustos que había sufrido en otras eliminatorias en las que había cogido una buena renta, fue mucho mejor que el Liverpool y se llevó una merecida victoria gracias a un gol de Karim Benzema que redondea un contundente triunfo final (6-2) ante nada menos que el vigente subcampeón continental.

Salió Jürgen Klopp con un once muy ofensivo, con la intención real de ir a por la gesta, pero lo cierto es que solo un error de Rudiger, que calculó mal el bote del balón, le dio una opción real para marcar en los inicios. Salah cedió a Darwin y el chut del uruguayo, muy centrado, lo desvió un muy seguro Courtois. 

La primera media hora fue un monólogo blanco, con un Kroos excelso y un Camavinga omnipresente para lanzar una y otra vez a Vinícius. El brasileño la tuvo con un chut a bocajarro que se encontró con un inspirado Alisson, que también tuvo que intervenir con una estética estirada para tocar lo justo un disparo de Camavinga que golpeó en el larguero. 

El Real Madrid insistió en sus ataques, siempre con Vinícius desafiando constantemente a Alexander-Arnold y con Benzema mostrando una mejor cara que en los anteriores partidos, pero el gol se resistía ante la desesperación de un Bernabéu tranquilo ante la buena renta lograda en Anfield. 

El Liverpool creció con el paso de los minutos, con Klopp moviendo sus fichas ante la avalancha blanca que se le estaba viniendo encima. Un gran disparo de Darwin Núñez y otro de Gakpo se encontraron ambos con Courtois, que impidió que el conjunto red marcara un gol que le metiera en la eliminatoria. 

Tras el descanso, el Liverpool adelantó aún más sus filas, pero el gol siempre dio la sensación de estar más cerca del Real Madrid. Una gran combinación de Modric y Vinícius no le llegó a rematar Benzema, pero el premio a la insistencia del brasileño y del galo, que estuvieron toda la noche buscándose, acabó teniendo su merecido premio. 

Fue Camavinga el que encontró al delantero francés con un gran pase entre líneas, Van Dijk tocó el balón como pudo y Vini no acertó a rematar. Pero el ‘20’, desde el suelo y tras sentarse en el balón, acertó a tocar lo justo el balón para dárselo a Benzema, que marcó a placer. 

Con la eliminatoria sentenciada, Carlo Ancelotti repartió los esfuerzos, pues espera el Camp Nou el domingo con el título de Liga en juego, aunque el segundo estuvo a punto de llegar tras una mano que el colegiado no estimó señalar tras ser avisado por el VAR. Europa nada tiene que ver con LaLiga en ese sentido.