F1

El incendio en Red Bull que puede beneficiar a Alonso: "No estoy aquí para ser segundo"

Fernando Alonso celebra el podio en Arabia Saudí con Checo Pérez y Max Verstappen.
EFE / EPA / STR

La carrera en Jeddah no solo dejó claro que Fernando Alonso es el tercer piloto de Fórmula 1 más rápido este año por detrás de los Red Bull, sino también que la escudería austriaca tiene un incendio en sus garajes a cuenta de Max Verstappen y Checo Pérez, un 'fuego interno' que podría terminar beneficiando al asturiano.

Ya acabaron las cosas torcidas entre el mexicano y el neerlandés el año pasado, después de que el bicampeón se negase a devolverle la posición a su compañero en Brasil para que fuese subcampeón por delante de Charles Leclerc, aunque todo parecía indicar que con la llegada de la nueva temporada se habían calmado las aguas. Las radios con sus equipos y sus declaraciones tras el Gran Premio de Arabia Saudí, sin embargo, demuestran que ese culebrón está lejos de terminar

El azteca cuestionó las órdenes de su equipo cuando le pidieron ir más rápido preguntando primero por su compañero. Al darse cuenta de que Verstappen había estado corriendo más rápido que él, reprochó a su equipo que le pidiesen ir más lento. Por su parte, 'Mad Max' desoyó también las instrucciones de mantener el ritmo y fue directo a por la vuelta rápida en la última vuelta para seguir líder del Mundial con el punto extra.

"Si el equipo te da una instrucción y al final no la respetas, creo que no es lo ideal", apuntó Pérez tras vencer en Jeddah, dejando claro que deben "replantearse" muchas cosas. Además, reveló que había tenido "información diferente" porque le habían pedido mantener el rimo porque ya tenía la vuelta rápida, aunque al final fue del otro Red Bull. 

El neerlandés, por su parte, no perdió la oportunidad de recordar que "no estoy aquí para ser segundo". Ya se le vio muy serio al subirse al podio a pesar de haber remontado desde la decimoquinta posición, pero nada es suficiente para saciar su ambición. En este sentido, dejó un recadito a su equipo por la fiabilidad del monoplaza en la clasificación: "Tenemos que asegurarnos de que somos fiables, sin ningún problema", señaló, especialmente "cuando estás luchando por un campeonato y parece que es solo entre dos coches".

"Se nos permite competir, así que el mejor acabará delante", anunció también, anticipando que la guerra civil en la escudería austriaca se trasladará a la pista, algo que podría terminar beneficiando a Fernando Alonso, que vivió en sus carnes su propia batalla interna en 2007, cuando era piloto de McLaren.

Ese año se quedó a un solo punto de convertirse en tricampeón, pues el que terminó coronándose fue Kimi Raikkonen. El finlandés aprovechó el cisma en la escudería británica y la dura competición entre el asturiano y el 'rookie' Lewis Hamilton para pescar en río revuelto y ganar su único Mundial.

Ahora, con el culebrón en ascenso en Red Bull, el español podría tener la oportunidad de redimirse de lo sucedido hace 16 años y no solo comenzar a soñar con su victoria 33, sino también con volver a proclamarse campeón del mundo. De momento, marcha tercero en la clasificación, con 30 puntos, una cifra que no lograba desde 2012.

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